Salta logró conservar la categoría al vencer en incierto final al conjunto cordobés por 35 a 31, terminando en la cuarta posición del Campeonato Argentino.
Llegó el esperado alivio para la selección local que siempre dependió de sí misma para permanecer en la zona de elite del rugby argentino en este último Torneo Argentino de Mayores. Al menos por el momento la UAR decidió organizar la competencia a través de los clubes, reforzando los medios y preservando la integridad de los jugadores al mermar la cantidad de partidos disputados.
Un Córdoba que siempre dá que hablar, varias veces Campeón Argentino, se presentó en la cancha del Jockey Club con un equipo renovado y un mismo staff salvo la ausencia del conocido Diego Giannantonio, a cumplir con un compromiso que, sin posibilidades de mejorar o empeorar su ubicación, salió a ganar respetando el honor y poniendo todo lo que hay que poner para lograr la victoria.
Salta con inconvenientes físicos en algunos de sus jugadores los reemplazó buscando experiencia para no correr riesgos en un partido que había que sacarlo adelante a sabienda de algunas limitaciones pero también de varias virtudes que a la hora de la verdad terminan resolviendo de la mejor manera el compromiso.
No fue bueno el primer tiempo de los Mayuatos. Si bien contenía algunos avances de la visita no llegaba al control de la pelota y por algunos errores de los mismos aparentaba cierto equilibrio hasta que los de la Docta una vez por los tres cuartos y seguidamente con sus delanteros asentaron un par de veces en el in-goal de Salta. Pudo haber una mayor diferencia pero los dueños de casa se las ingeniaron para neutralizarla hasta que en los últimos minutos un try logró achicar la brecha para poder ir al descanso a elaborar la estrategia del segundo parcial.
Salta tuvo que esperar unos minutos al equipo cordobés para empezar la segunda parte y si bien cuando ingresaron lo hicieron con decisión, bastó que el elenco local desequilibre al minuto de juego para que el dominio pase a ser abrumador y los Dogos empiezen a pasar zozobra por uno y otro lado. Lo real es que Salta en 13 minutos de juego convirtió 22 puntos y apuntaba a ser mayor.
Pero Córdoba se organizó diferente, Salta disminuyó el ritmo, empezó el proceso de reemplazo de los jugadores y lo cierto es que ninguno de los 2 conjuntos era el de unos minutos antes.
Los de la provincia mediterránea comenzaron a remar e insistieron hasta que el fuertísimo centro Santiago Tobal hizo maravillas para desprenderse de sus tackledores llegando con el último aliento a la línea de try. Posteriormente una buena habilitación posibilitó otro try sobre la bandera y el partido era una brasa: faltando 15’ se puso 32 a 31.
Nadie entendía nada. Córdoba lo tenía al partido y luego Salta lo dio vuelta. Pero de nuevo Córdoba parecía que iba a lograrlo definitivamente. Estaba para cualquiera. Un despeje de Córdoba y la pelota le cae al Colo Larrieu que desde mitad de cancha tuvo el tiempo del mundo para acomodar su perfil y disparar un drop que entró por el medio de los palos. Tremendo.
Y muchas veces las definiciones pasan por momentos claves. Puede ser un scrum, un maul o una intercepción. Esta vez el drop de Santiago Larrieu le cambió la psicología al partido (el año pasado le había convertido 2 drops a los Dogos). A partir de ahí hubo 9 minutos diferentes, Salta se sintió ganador y defendió con uñas y dientes un triunfo que debía quedar en casa. Y lo logró.
Queda mucho para analizar. Pero, para qué…? Continuamos en Zona Campeonato y hasta el próximo Campeonato Argentino si lo hay…
Gentileza – Jorge Skaf
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