El tucumano, Daniel Hourcade, que dice lo que ve y como lo siente, habló mano a mano con AlRugby sobre su nuevo presente al frente del seleccionado argentino: “No esperaba ser el Head Coach de Los Pumas”.
Recién caí cuando oficialmente me confirmaron como Head Coach hasta el Mundial, dice un sonriente Daniel Hourcade. Sentado en su departamento a cuatro cuadras de donde unas horas antes su Tucumán ardía, está feliz por la confirmación que llegó desde la UAR.
Estas vacaciones me parece que me van a volver a retar, se ríe, sabiendo que nuevamente el rugby será parte de su quehacer diario, aún cuando sea en época de recarga de pilas y su familia le exija estar más conectado con ellos. Tenía esperanzas de ser parte de un staff, pero nunca de Head Coach, encima con toda la confianza que me dieron. La función en la que estuve los últimos cuatro años fue excelente, trascendental y la disfruté muchísimo, ahora arranca una nueva etapa que hay que transitar con alegría.
Explica bien que era un sueño y no un objetivo. El sueño no frustra si no se consigue. El sueño estaba pero me había impuesto no ponerlo de objetivo para evitar la frustración. Hoy está feliz.
Claro que, como bien dice, una cosa es soñar y otra vivir lo que era el sueño. Y sin eufemismo cuenta: Ahí me agarró ese miedo bien entendido que hay que tener; como lo tiene que tener el jugador. Ese miedo que potencia todos los sentidos.
Quienes conocen a Hourcade, Huevo para todo el mundo, saben que es transparente, abierto, agradable. Que dice lo que ve y como lo siente. La verdad es que no me lo esperaba.
Al Huevo le dieron tanta libertad como confianza le tienen. Me dijeron que si llega a haber un consejero técnico que sea por pedido mío; ese tipo de actitudes son buenísimas y nos dan la posibilidad de trabajar bárbaro. Quedó claro entonces que si bien las circunstancias de su llegada a Los Pumas no fueron las ideales, llegó para quedarse.
Mas allá de haberse confirmado que sería el Head Coach hasta el Mundial recién el miércoles pasado, desde su regreso al país post gira europea hubo mucho trabajo. Por un lado se confirmaron quienes trabajarán con los distintos planteles y se armaron los listados: profesionales – habrá dos categorías, según los años en el sistema-, viaticados e invitados. Todo el grupo de entrenadores está bien alineado y hasta se han planificado los entrenamientos de Los Pampas XV que este año tendrán renovado fixture.
Voy a seguir ayudando con Los Pampas lo más que pueda, dice del equipo que lo trajo de regreso de Europa, después de pasar buenos años en Portugal (llegó a conducir el seleccionado luso) y Francia. La idea es que Los Pampas sean en su gran mayoría Los Pumas de junio y poder tener un equipo que llegue a la ventana con 12 o 14 partidos jugados. Esto corregiría errores del pasado. Todos leímos mal las señales del 2012. Así es el Huevo, lo dice como lo ve.
Entonces, en 2014, Los Pampas XV, que jugarán en la Pacific Rim Cup con rivales de muy buen nivel, serán más importantes que Jaguares, que jugarán el Sudamericano, la Tbilisi Cup (en Georgia, con los Lelos, Italia A y Portugal o España) y el Americas Rugby Championship.
A diferencia de cuando entrenaba a Los Pampas XV en donde el planteo era promocionar jugadores, acá se buscarán dos objetivos. Por un lado fortalecer el equipo y sólo habrá rotación según las necesidades técnicas o físicas; por el otro, el jugador joven entenderá que con la competencia que sigue creciendo llegue el momento de analizar fríamente un posible viaje a Europa.
Estamos tratando de tener a los jugadores lo más juntos posible, entonces será decisión de cada uno irse a Europa. Hay muchos que están allá jugando poco. Antes no teníamos competencia, ahora sí. Y la idea con la elegiremos los equipos será que siempre juegue el que mejor esté.
Afuera hace mucho calor, Tucumán hierve en esta época del año y los eventos de violencia la hicieron aún más caldeada. Hourcade estaba en Buenos Aires planificando la próxima temporada cuando todo comenzó y regresó -así estaba planeado- en medio del caos. Le duele lo que pasa como a todos los argentinos.
No obstante el nuevo rol, vivirá en Tucumán. Las actividades requieren viajes o concentraciones y es mejor que tenga mi base acá. Toda mi familia está acá y prefiero hacer el esfuerzo de viajar yo. El terruño, agrega, le permitirá relajarse y pensar las cosas del rugby desde otro ángulo.
Se sabe que Hourcade regresó de Canadá, de un nuevo éxito con Jaguares en la Americas Rugby Championship y mientras corría al médico para no perder la conexión a Tucumán, por teléfono Agustín Pichot le contó lo que había pasado con Tati Phelan y le ofrecía hacerse cargo del equipo. Ahora cuenta esa primera reunión con el equipo.
Fue tremenda, sonríe. Más allá de que conocía a la mayoría y los había entrenado, que no era una cara desconocida para ninguno, es distinto cuando te tenés que parar enfrente de un equipo.
El domingo a la madrugada llegaron a Londres los que venían de Argentina y esa tarde se fueron sumando los de clubes europeos. La primera reunión fue el lunes a la mañana y tuvo dos partes. No podías dejar sin tocar el tema de la salida de Tati Phelan, ya que eso había generado algo feo que no íbamos a desconocer y que algunos tendrían que resolver de una forma u otra. Fueron cuatro, cinco minutos del tema y les dije que había que enfocarse en el juego.
Después hablé de lo que quería del equipo, sobre todo unos pequeños cambios en el sistema de juego, pidiéndoles que arriesguen. Después ya pasamos al análisis del rival; se notaba que los jugadores querían hablar del juego….
Para la gira el plantel ya estaba aunque el listado definitivo lo armamos nosotros; si este proceso hubiera sido natural, el plantel hubiera sido el mismo. No podíamos desaprovechar el ritmo de juego que algunos traían de la Rugby Championship.
Las dos primeras semanas fueron de estudio, como los primeros rounds de box. El nuevo cuerpo técnico entendió que el bajo nivel de algunos jugadores era por las circunstancias que rodeaban al seleccionado. Fue feo y afectó; en apariencia no notabas grandes cosas, pero había un tema de sensaciones, pues después de tantos años uno nota cosas.
Faltaba alegría en el plantel y los resultados que no llegaban. Miro y miro el partido de Gales y los primeros 30 minutos fueron muy buenos, atacando y quebrando; en total quebramos nueve veces cuando Sudáfrica los quebró dos veces la semana anterior; la diferencia fue que ellos marcaron tries. En el entretiempo noté que el equipo estaba quebrado; todo lo que tenía que explotar lamentablemente explotó ahí. Se tocó fondo.
Llegó la última semana donde se cumplió el desafío de reaccionar. Había que ganar como sea y en el entretiempo noté que no íbamos a perder ese partido.
La visión del Huevo es clara. Creo siempre que los equipos tienen que disfrutar. Si no disfrutás estás equivocado y no tiene que ver que estés cobrando o no. El sueño de los jugadores es jugar en Los Pumas; el de los entrenadores es el mismo. Si estás ahí y no disfrutás estás mal.
Ese bienestar será clave para el que será su segundo año con el equipo. El objetivo es muy claro: Rugby World Cup 2015.
Y explica que estamos a tiempo pero no es el ideal. Seguimos con nuestra realidad; si tenemos un elevado porcentaje de jugadores en Argentina después de junio, creo que vamos a llegar muy bien. Creo que al Mundial 2019 vamos a llegar de excelente forma, mas allá de quién esté, con un equipo en el Súper Rugby, con una competencia importante, siempre mejorando y corrigiendo los errores. El objetivo es estar entre los mejores cuatro del mundo para 2019.
Hasta el Mundial de Inglaterra seguirá siendo un período de transición; ayuda, como dice Hourcade, que tenemos una zona bastante buena y podemos hacer un buen Mundial.
Si bien siempre se tiene en la cabeza una idea de equipo, con el transcurrir del tiempo, los entrenamientos y partidos se ve quien está mejor. Estamos en contacto con los jugadores para seguirlos y corregirlos semana a semana. Llegado el momento, en Los Pumas tienen que estar los mejores: si es un jugador de renombre o uno desconocido, no importa. Esto es un día a día; no te podés quedar en la historia. Son las reglas.
Somos capaces de ganarle a grandes equipos por el plus que da el grupo. Entonces, tenemos que recuperar ese gran grupo. No quiero que se estén besando o sean amantes pero sí que se lleven bien. No me va a temblar el pulso a la hora de armar los planteles; quiero que todos sumen, que sean líderes positivos. Y agregó: Hay un montón de cosas de la convivencia que tienen que cambiar. Los Pumas entre ellos y con la gente; tienen que ser más de la gente, estar más en contacto. Si se acerca un hincha, no se le puede dar la espalda.
La impronta del juego de Hourcade es bien conocida; le gusta que sus equipos arriesguen, que tengan la pelota en movimiento, que busquen los caminos con inteligencia y que no pierdan nada de lo que ya tienen Los Pumas. Pero más que eso, al preguntarle qué es lo que pretende de Los Pumas que conducirá de acá al Mundial, contesta categóricamente: Pretendo que emocionen.
Por: Frankie Deges
www.alrugby.com
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