Argentina, con varios juveniles, cerró su año de la mejor manera. Arrasó con Chile en el Sudamericano. Le ganó sin despeinarse a Chile por 79 a 8, en partido válido por la segunda fecha del Campeonato Sudamericano de rugby
Fue un año fabuloso para Los Pumas. Y aquel histórico tercer puesto en el Mundial debía cerrarse con un triunfo categórico. Fue anoche, en la cancha de San Martín, ante unas 5.000 personas que le pusieron todo el color a la jornada. La selección argentina, que trajo a varios juveniles, promesas de figuras del mañana, le ganó sin despeinarse a Chile por 79 a 8, en partido válido por la segunda fecha del Campeonato Sudamericano de rugby y que además fue el primero en el país después de Francia 2007.
Sí, se sabía que Argentina iba a ganar pese a la juventud de varios de sus integrantes. Pero había que verlos en acción, determinar la actitud de los debutantes. Y en los 80 minutos de juego pareció que hubo solo un equipo en la cancha.
Dominador de todas las facetas de juego, por momentos fue tan abrumadora la potencia argentina que el cotejo no fue atractivo.
Siete tries en la primera parte y seis más en el complemento le dieron forma al marcador de Los Pumas. Chile apenas pudo descontar con un penal y un try, muy poco para un equipo que tiene problemas para conseguir apoyo de la federación trasandina, según dijo su entrenador.
El ‘try man’ del partido fue Francisco Merello. El wing de Regatas de Bella Vista marcó tres ensayos, pero quizá la figura del encuentro fue Benjamín Urdapilleta, quien mientras estuvo en la cancha incisivo, veloz, penetrador y marcó dos tries. Además. fue 100 por ciento efectivo en sus cuatro patadas, ganándole la pulseada en ese aspecto al apertura Ignacio Mieres.
En la primera parte, la rápida apertura del marcador adelantó lo que se venía. Con un buen trabajo de los backs, la dinámica que le impuso el medio scrum Nicolás Vergallo y la potencia de la primera línea argentina, el combinado albiceleste metió nada menos que siete tries.
Ya en el complemento, los entrenadores argentinos hicieron ingresar a todo el banco de suplentes y la Argentina no se resintió. Siguió dominando sin problemas ante un rival que se destacó por momentos en el tackle, pero que no tuvo capacidad defensiva ni fuerza en el ataque.
Se cerró el año para la Argentina, un año inolvidable sin ninguna duda. Y fue nada menos que en San Juan y con goleada. En la próxima fecha se vendrá Uruguay, pero eso ya será en 2008.
Un vendaval de aplausos .
Los aplausos retumbaron en cada rincón de la cancha de San Martín y vinieron desde el campo de juego y de las tribunas. La despedida de Los Pumas después del aplastante triunfo ante Chile fue el momento culmine de la comunión que se vivió anoche entre los jugadores y el público sanjuanino. El rugby de San Juan estuvo de fiesta y la noche no fue solamente perfecta en el verde césped, sino que también hubo calor y color afuera con 5.000 personas que vivieron a full el juego.
La fiesta comenzó con la ovalada ya en movimiento. Las tribunas se llenaron de a poco, tanto que cuando iban 15 minutos de juego el flujo de hinchas era constante.
Uno de los momentos más intensos fue cuando sonaron los himnos. Los Pumas se agruparon y se abrazaron copiando la imagen que se inmortalizó durante la Copa del Mundo de Francia donde los argentinos mayores terminaron terceros. Caras de emoción en los jugadores se repitieron anoche en el estadio sanjuanino.
Tras eso vino el primer gran estallido porque los hinchas premiaron la emoción de los rugbiers.
Después de los primeros aciertos argentinos aparecieron los infaltables cantitos que llegaron desde la gran popular sur del estadio Verdinegro, pero extrañamente, como si fuera una hinchada de fútbol con divisiones internas, los gritos no fueron parejos. Un grupo de pibes de la U arrancó con el típico "vamos, vamos, Argentina". El "duelo interno" con cantitos dirigidos a los rivales locales se inició cuando cantaron los muchachos de Huazihul y más tarde los del Jockey. Todos estaban en la misma grada.
El resto de los simpatizantes festejó los tries y el que más ruido hizo fue el segundo de Ponce, luego de que el fullback corriera desde mitad de cancha.
La frutilla del postre fue la despedida de Los Pumas que recorrieron el campo agradeciendo a los hinchas, que devolvieron gentileza por la lección de rugby.
Fuente: Diario de Cuyo – San Juan