El legendario fullback de los All Blacks se despide del rugby y se prepara para regresar a su Nueva Zelanda natal. Cullen pasó sus últimos años defendiendo la camiseta del Munster irlandés, y aunque estuvo tentado de seguir, las lesiones desanimaron esa decisión. "Colgué los botines para siempre", comentó el kiwi, uno de los mejores 15 de la historia del rugby. Su partido despedida fue el 30 de abril, cuando participó de la victoria sobre el Newport Gwent Dragons por 15-7.
"Mi me mente está fresca y siento que podría volver a firmar contrato por cuatro años y seguir jugando. Pero llega un momento en el que hay que ser realista y entender que mi cuerpo ya tuvo suficiente".
"No recuerdo la última vez que mis tobillos y mis rodillas no sufrieran. Y en mi cabeza siempre está la preocupación de que con otro tackle más vuelva a lesionarme el hombro", confesó Cullen.
"En resumen, esta es una decisión fácil de tomar. Voy a extrañar un montón de cosas, pero no puedo renovar contrato sabiendo que mi cuerpo ya no quiere seguir jugando".
Cullen, una institución, es dueño del impresionante record de tries apoyados con la camiseta de los All Blacks: 46 en 58 partidos.
Pero cuando en 2003 John Mitchell no lo tuvo en cuenta para la RWC de Australia decidió hacer las valijas y emigrar hacia Europa. Más precisamente al Munster, de Irlanda. Allí apoyó 14 veces, pero sólo jugó 44 encuentros debido a las distintas lesiones sufridas.