Será el sábado 4 de abril de 2009. En Athletic. ¿Cabrá todo el público? El seleccionado mayor de la Unión Cordobesa de Rugby enfrentará a su igual de Tucumán por el título del 65° Campeonato Argentino de Rugby que anualmente, desde 1944, organiza la Unión Argentina (UAR). Dirigirá el porteño Leonardo Borghi, el mismo que el sábado controló Córdoba – Salta en una de las semifinales y lo hizo muy bien.
Por qué, para qué y cómo
¿Por qué? Fue así porque cada uno de los contendientes de mañan consiguieron ganar sus zonas clasificatorias y las respectivas semifinales. Córdoba salió adelante creciendo en cada partido. Se adjudicó la ronda clasificatoria y para lograrlo enfrentó en el partido del cierre a Buenos Aires y lo venció. Escaló al punto máximo en ese tramo, no por el juego expuesto sino cómo controló el partido y a su adversario. Ganar en Buenos Aires levanta el espíritu. Tucumán ganó su región casi sin despeinarse. Está jugando muy bien y tiene ese fuego interior que lo distingue por sobre todo el rugby nacional.
¿Para qué? Es un partido más. O sea, es para seguir jugando al rugby. En lo deportivo es así. No es a “todo o nada”, el rugby y cualquier práctica deportiva siempre otorga la nueva oportunidad.
Las áreas políticas-institucionales, no tienen nada que ver con el campo de juego. Sí, es cierto, en el caso como éste, que al título lo disputan dos uniones provinciales, el resultado es utilizado por la dirigencia para su mejor exposición, pero no entre las provincias sino, lamentablemente, para esgrimirlo en Buenos Aires a la hora de conseguir un “carguito” o una silla en el CD de la UAR. Pero sólo una vez las provincias armaron un proyecto cuya esencia fue conseguir el equilibrio entre Buenos Aires y el resto del país. Fue en los primeros años de esta década durante la presidencia del “Tano” Perasso. Duró poco, en la renovación hubo dos uniones que votaron en contra del bloque provinciano y se descompuso el balance. Con esto estoy confirmando lo lejos que están los campos de juego de las oficinas. Entonces, reitero, lo de mañana tendrá el hermoso sabor de un partido de rugby más.
¿Cómo? Como hicieron hasta ahora. Con la mejor disposición técnica, táctica, pero sobre todo, la temperamental. “Para jugar a esto hay que tener hambre” dijo un viejo periodista. Es algo que no se sacia fácilmente en esta parte del país. Será de alto voltaje y exigirá la máxima concentración, una falla en este sentido tendrá un alto costo. En cuanto al juego entiendo que lo táctico será el eje. El que sustente esos movimientos con más bajo porcentaje de error técnico tendrá mayores posibilidades de ganar el partido. En ese sentido, el equipo que obtenga mayor cantidad de aproximaciones a la zona de definición, también tendrá alguna ventaja.
Por Jorge “corto” Mazzieri (Especial para CORDOABXV)
