Martín Gaitán era parte de los 30 jugadores que iban a representar a Argentina en la IRB Copa Mundial de Rugby, en Francia. Pero veinte días antes del partido inaugural, en un amistoso ante Gales, su vida cambió. “Entré a la cancha de una forma y salí de otra”, cuenta el centro.
PARÍS 4 de Septiembre – Martín Gaitán era parte de los 30 jugadores que iban a representar a Argentina en la IRB Copa Mundial de Rugby, en Francia. Pero veinte días antes del partido inaugural, en un amistoso ante Gales, su vida cambió. "Entré a la cancha de una forma y salí de otra", cuenta el centro.
Cuando empezó a jugar, le dolió el pecho, pero no dijo nada y siguió en la cancha. "Nunca me imaginé que podía ser el corazón. El jugador de rugby está acostumbrado a pasar dolores", contaría después. Al terminar el partido, el dolor era cada vez más fuerte y se lo informó al médico.
Llegó al Hospital de la Universidad de Cardiff unos minutos después y empezaron a hacerle estudios. "No encontraban nada, no había signos de nada. Recién al sacarme sangre, vieron que algo pasaba porque encontraron una célula que sólo se encuentra en el corazón. Ahí se dieron cuenta del desprendimiento de esa célula de la arteria." Lo intervinieron y le pusieron un stent que es un dispositivo metálico que se coloca en el interior de una arteria para mantenerla permeable.
Apenas 48 horas después, Martín Gaitán estaba volviendo a su casa en Biarritz, en el sur de Francia. Todo era distinto para él, que lo explica así: "Si bien sé que no voy a estar en el Mundial y tal vez nunca vuelva a jugar, todo pasa a un tercer plano. Lo que me importa ahora es hacer una vida normal y tratar de que no queden secuelas. Estoy contento por estar vivo."
El argentino insiste en que está bien. Su novia y su familia vinieron a Francia a visitarlo y ayudarlo en este momento. "Todo el mundo se portó diez puntos conmigo. Me cuidan, me llaman por teléfono. Ahora, que las aguas están más calmas, me tengo que hacer estudios para ver la evolución. Sólo debo evitar los esfuerzos hasta que lo que me hicieron, cicatrice", cuenta con admirable tranquilidad.
Sin embargo, sabe perfectamente que el momento que vivió lo tuvo al borde de la muerte. "Lo más común en estos casos es que se tape la arteria y que el jugador muera. Los médicos no saben ni entienden cómo no me pasó a mí. Me dijeron que tenía mucha suerte de estar vivo", relata.
El Negro, como lo llaman desde chico, alentará a Los Pumas desde su casa. "Al primer partido no voy seguro. Con todo el lío que hay, no es el momento. Lo mío les afectó bastante y no positivamente. No quiero disturbarlos y quiero que estén tranquilos", explica.
Gonzalo Longo Elía también vio la parte positiva: "Todos damos gracias porque fue una desgracia con suerte. Nos hubiera encantado que estuviera con nosotros pero sabemos que, de alguna manera, está presente en el grupo."
El ex jugador del CASI, de Buenos Aires, lo ve bien al equipo dirigido por Marcelo Loffreda. "Corremos con desventaja porque Francia se empezó a preparar antes y tuvo más amistosos. Ellos están afiladísimos para el primer desafío mientras que nosotros, creo, vamos a ir mejorando progresivamente. Igual, hay que ganar y se puede", analiza.
Martín Gaitán se perdió, tal vez, el torneo más importante de su vida. Pero sabe que no es tiempo de pensar ni en eso ni en su futuro: "recién pasó, me lo tomo con calma". Es momento de disfrutar, sí, de disfrutar: "estoy seguro de que tuve más suerte que mala suerte."
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