Gareth Thomas es mucho más que una leyenda del rugby galés. Con una energía arrolladora, el ex capitán de Gales y líder de los British & Irish Lions en 2005 ha enfrentado desafíos que van más allá del deporte. Desde su histórica carrera hasta su activismo en la lucha contra el estigma del VIH, Thomas sigue siendo una figura inspiradora.
De las canchas a la lucha por la igualdad
Con 100 test matches y un Grand Slam con Gales, Thomas dejó una marca imborrable en el rugby. Pero su historia personal lo convirtió en un referente aún mayor. En 2009 se declaró abiertamente gay, un hecho que sacudió el mundo del deporte. Luego, en 2019, anunció que es portador de VIH, buscando concientizar sobre la desinformación y el estigma que rodea a la enfermedad.
“Tomo una pastilla al día y llevo una vida normal”
Thomas lidera la campaña “Tackle HIV” para educar y desmitificar el VIH. “Cada mañana tomo una pastilla y ya está. Vivo una vida normal y feliz”, explica. La ciencia ha avanzado, permitiendo que las personas con VIH lleven una vida plena. Sin embargo, el estigma social sigue siendo su mayor obstáculo.
“No puedes contagiarte por compartir un vaso, un cubierto o un baño. Pero aún veo personas que se alejan en un restaurante cuando descubren mi estado. Eso demuestra que el trabajo de concienciación es más importante que nunca”, afirma.
Críticas y resiliencia
Thomas ha enfrentado ataques en redes sociales e incluso fue criticado por su rol como comentarista en la Copa del Mundo de Rugby 2023. Sin embargo, su enfoque es claro: “Prefiero salvar vidas con mi mensaje que perder tiempo justificándome ante personas que no conocen los hechos”.
Un nuevo capítulo
Si bien su amor por el rugby sigue intacto, su enfoque ahora está en la educación y el activismo. “El rugby fue una etapa maravillosa de mi vida, pero evolucionar es clave”, asegura. Su presencia en eventos como el Chelsea Flower Show, con un jardín diseñado para visibilizar la lucha contra el VIH, demuestra su compromiso con la causa.
Gareth Thomas sigue siendo un luchador. Ya no persigue tries en la cancha, pero sí la justicia y la igualdad. Y en esa batalla, su impacto es incalculable.
The Telegraph