Ricardo Bordcoch, ex presidente del club Universitario, ex miembro de la International Rugby Board y ex árbitro de la Unión Cordobesa y la Unión Argentina de Rugby, nos envío una columna de opinión sobre la extensión de la ley de la ventaja.
Me anima a escribir este artículo la variada interpretación de los referees en cuanto a la extensión de la ley de la ventaja. No me refiero sólo a los del ámbito local o nacional, sino también internacional. Es realmente imprevisible acertar cuánto el referee extenderá su vigencia, y a mi juicio esto ocurre por la laxitud de la propia ley. Aunque parezca jocoso, he presenciado situaciones – siendo espectador – en las que ya no me resultaba posible retener en mi memoria el acontecimiento que descerrajó la aplicación de la ley de la ventaja, con el referee recorriendo un largo como tedioso trecho en busca del lugar aproximado donde tuvo lugar la primera falta, ante el desconcierto generalizado de los asistentes, incluidos los jugadores. En verdad, esto afea el espectáculo quitándole dinámica y continuidad. Si se está viendo el partido por TV la cosa resulta un poco más fácil, aunque no siempre, ya que todo dependerá del éxito del director de cámaras para ubicar la escena y cotejar la decisión del referee. En mi época de jugador había un famoso referee cordobés que solía aplicar la ventaja de esa manera, y la broma recurrente entre nosotros era que se trataba de algo que había pasado en los vestuarios.
Veamos que dice la parte pertinente de la ley en lo concerniente a este aspecto del juego:
8.1 LA VENTAJA EN LA PRÁCTICA: (a) El árbitro es el único juez para decidir si un equipo ha ganado o no una ventaja. El árbitro tiene amplia discreción cuando toma sus decisiones. (b) La ventaja puede ser territorial o táctica. (c) La ventaja territorial significa ganar terreno. (d) La ventaja táctica significa la libertad del equipo no infractor para jugar la pelota como lo desee.
8.2 CUANDO LA VENTAJA NO SE PRODUCE: La ventaja debe ser clara y real. No es suficiente una mera oportunidad de obtener una ventaja. Si el equipo no infractor no obtiene una ventaja, el árbitro hace sonar el silbato y retrotrae el juego al lugar de la infracción.
8.4 SILBATO INMEDIATO CUANDO NO HAYA VENTAJA: El árbitro hará sonar el silbato inmediatamente no bien decida que el equipo no infractor no puede obtener ventaja.
En primer lugar tenemos en claro que se ha depositado en la persona del referee una discrecionalidad abusiva, ya que parte del concepto – a mi juicio erróneo – que todos los referees están capacitados para comprender el desarrollo del juego de una manera completa, cuando muchas veces se trata de personas que no han tenido un gran desempeño como jugadores y aún como entrenadores. Pero por otra parte se hace descanasar en el criterio del referee la adopción de decisiones complejas que necesitan de una gran dosis de raciocinio, cuando en realidad él no se encuentra en la mejor posición para pensar, ya que como consecuencia de su esfuerzo físico gran parte de su sangre se concentra en sus piernas y no tanto en el cerebro. Se podrá responder a esto que los jugadores también deben tomar decisiones bajo presión y cansados, pero es importante recordar que en tal caso la responsabilidad por el yerro será del equipo o el jugador, algo que todos estamos dispuestos a tolerar, a diferencia del error del referee que por lo general no admite contemplaciones y termina siendo imperdonable.
Vista la redacción, se trata de una típica ley estilo anglosajón, donde el antiguo sistema jurídico denominado “common law” suplió la ausencia de códigos, generalmente más completos y minuciosos, como en el sistema latino (Roma, Francia) por la recopilación de decisiones jurisprudenciales (sentencias de los jueces) que fueron conformando un texto inorgánico pero de indudable prestigio por su equidad. Claro que para ser un sistema exitoso depende mucho de la calidad del juez, y en el caso del rugby es lo mismo, si el referee no tiene un buena formación o un concepto claro, el resultado será inversamente proporcional al fin buscado. Además al “common law” lo aplican sólo los jueces con formación anglosajona dado que para ello se necesita pertenecer a esa cultura.
Dicho esto corresponde avanzar en la segunda cuestión, es decir cuando una ventaja es clara y real. Lo que ha querido decir la ley – me parece – es que el equipo no infractor gane terreno efectivamente (ventaja territorial) y conserve sus opciones de juego (ventaja táctica) pese la interrupción generada por el infractor. Y es ahora cuando viene lo más complejo. Cuánto terreno debe ganar el equipo no infractor para justificar el beneficio de la ley? Serán necesarios varios metros o bastará con unos centímetros? La conservación de la posesión de la pelota luego de sucesivos reagrupamientos durante los cuales el equipo no infractor conservó sus opciones tácticas pero no se convirtieron en puntos exige que se prolongue hasta que haya conseguido marcar puntos? Pero si conservó la posesión de la pelota todo ese tiempo con avances territoriales, pero no utilizó sus opciones por decisión o incapacidad propia y luego perdió la posesión, hay que volver todo atrás lo mismo? Por ejemplo, si el equipo no infractor – en uso de la ventaja – decidió patear un drop y lo erró, implica el uso correcto de la ventaja o no? Cuantos reagrupamientos sucesivos son necesarios para que el referee se de cuenta que ya ha pasado suficiente tiempo? Y como éstas se me ocurren cientos de preguntas más, que omito por respeto al lector y la extensión pretendida para esta nota.
Estas preguntas no tienen una respuesta única, y de la observación de lo que ocurre en el campo de juego me atrevo a afirmar que tampoco quienes administran el deporte tienen una idea cabal de cómo resolver la cuestión. No es saludable que en un aspecto tan importante como éste haya interpretaciones y aplicación de la ley sustancialmente distintas de referee a referee. Ello lleva a confusión a todos los involucrados y lo deseable es que exista cierta previsibilidad, de modo que de antemano sea posible contar con una solución equivalente para casos similares. Ello ayuda y mucho tanto al referee como a los competidores, y por qué no decirlo, también a los espectadores.
A mi juicio, la ley debería completarse con un concepto de mayor practicidad que le indique al referee un punto más preciso para determinar el momento en que el equipo no infractor ha utilizado o podido utilizar la ventaja. En ese sentido me inclino por una solución que a la par de garantizar al equipo no infractor tanto la ventaja territorial como la táctica, mantenga cierta continuidad en el juego que evite al referee cruzar toda la cancha para reanudar el juego en un sitio ya olvidado. La misma debería consignar que: si pese el accionar ilícito del equipo infractor, el juego ha podido continuar igualmente, de manera tal que ha existido un avance territorial y el equipo no infractor ha conservado su chance de ejecutar la variante de juego de su elección, utilizada alguna de éstas, ya no se podrá retrotraer necesariamente el juego a la primera infracción.
Ami juicio este límite ayudaría al entendimiento del juego y le daría una dinámica y continuidad más saludable, a la vez que el referee ya no debería cargar con toda la responsabilidad de decidir por su propia cuenta, debiendo atenerse en lo sucesivo a la palabra de la ley, mucho más confiable por otra parte que la débil voluntad humana.
Dr. Ricardo G. Bordcoch
Abogado
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