A finales de 2016, Bernard Laporte, recién elegido presidente de la Federación Francesa de Rugby, rescindió el contrato que vinculaba a la FFR con el consorcio de empresas Ibelys, para el proyecto de construcción del “Grand Stade”. Este proyecto conduciría a la creación de un estadio de 82.000 asientos, ubicado en Ris-Orangis.
Por ello, Ibelys había emprendido acciones legales contra el FFR, y pedía una indemnización de 16 millones de euros por la reparación. Y este viernes se supo a través de AFP que la Federación fue condenada a pagar una multa muy inferior a la solicitada por Ibelys: el tribunal de Evry, de hecho, ordenó a la FFR pagar una multa de 150.000 euros por los daños sufridos por el consorcio tras la rescisión unilateral del contrato.
Así que es cierto que en 2020 la Federación ya había sido condenada por el tribunal de Versalles a pagar 3,36 millones de euros en el marco de este proyecto abortado, pero esta multa no fue en beneficio de Ibelys sino de la Paris Sud Seine-Essonne. -Comunidad urbana de Sénart. En cuanto a Ibelys, las comunidades habían recibido mucho menos de lo esperado en compensación económica (pidieron más de 40 millones de euros).
Pero si la cuantía de la indemnización a Ibelys es mínima frente a lo que pedía el consorcio, he aquí una vez más la FFR fue condenada por este proyecto, que empieza a pesar un poco.
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