–Es difícil establecerse en el mundo del seven…
–Éste era mi sexto año y ya todo era muy rutinario; necesitaba algo nuevo. Por eso tomé la decisión de dar ese paso. Los Pumas 7s son una familia. Compartimos muchos momentos buenos, malos; hay jugadores que no viajan y son muy importantes. Me quedo con el grupo humano. Si bien me fui, me dejaron en claro que voy a seguir siendo parte de la familia.
–¿Sabías que la final de Vancouver iba a ser la última?
–Sabía que podía ser mi último partido, aunque no estaba ciento por ciento confirmado. No jugué la semana anterior, en Singapur, y me dijeron que la de Vancouver podía ser mi última chance. Les dije que no me dijeran nada, que prefería hablar después. Por toda esa situación pensé que podía llegar a ser el último, así que lo viví como eso. Se alinearon los astros; fue increíble cómo terminó.
Fue palpable la emoción de Bazán Vélez en esa final de Vancouver frente a Fiji. Desde el llanto durante el himno, mirando al cielo, hasta los festejos tras una actuación brillante para conquistar el primer trofeo para la Argentina en trece años en el Circuito Mundial de Seven. Fue el último de sus 177 partidos en el tour, y el cordobés resultó incluido en el equipo ideal. Deja el sistema en el pico más alto del proceso del entrenador Santiago Gómez Cora: un seleccionado absolutamente afianzado, con raíces sólidas y un grupo de jugadores abocados enteramente a la disciplina. El equipo marcha segundo en el ranking y no es descabellado que pueda ser campeón de la temporada, cuando faltan tres certámenes.
En los próximos dos fines de semana los Pumas 7s afrontarán las etapas de Toulouse y Londres sin esta pieza clave en la estructura. “Es una baja muy sensible, por lo que es como jugador y como persona y por el vínculo que tiene con el resto del equipo. Como decimos siempre: ver que alguien se va a otro equipo o toma la decisión de ir en busca de nuevas experiencias, nos cuesta y nos duele. Comparo esta situación con la sensación que provoca un hijo cuando se va de la casa”, expresó Gómez Cora.
Por su inteligencia para manejar los ritmos del conjunto, sus quiebres y su juego con el pie será difícil de reemplazar: Gastón Revol está atravesando posiblemente su último año en los Pumas 7s, y Francisco Ulloa tiene poca experiencia. “Yo tenía la posibilidad de jugar las etapas de Toulouse y Londres, pero no llegaba para el Mundial. Preferí comunicar la noticia antes para que el Pibe Ulloa tuviera rodaje para el Mundial. No hay jugador mejor para ese puesto que él. Tiene todas las condiciones: un pie exquisito, personalidad y mucha conducción. Lo ha mostrado en giras anteriores. Por ahí no tiene tanto rodaje, pero ahora que se abrió el lugar va a estar metido 100% y va a llevarlo muy bien”, explicó el formado en Córdoba Athletic, que actuará en el rugby italiano, en un club aún por determinar.
–¿Qué ventajas y desventajas vas a tener en el paso del seven al rugby de 15?
–Son muy distintas las dos disciplinas. Ahora estuve entrenando un poco con el club y hay dos desventajas que son no haber trabajado tanto el pase desde abajo y la patada de cajón que es clave para un medioscrum… Son cosas que las fui suplantando con otros hábitos como tirar el line o realizar las salidas. Eso es un poco el déficit, que es cuestión de agarrarle la mano de nuevo, no me va a costar tanto. Como ventaja, el seven al ser tan rápido y el 15 un poco más pausado por el tema de las formaciones fijas, eso puede ser algo a favor. Haber estado tantos años tomando decisiones en fracciones de segundos, con un poco más de tiempo, me da una ventaja.
–¿Vas a jugar en Córdoba Athletic?
–Sí, voy a jugar en el club antes de irme. Son cuatro partidos. Siempre que vuelvo de alguna gira intento jugar uno o dos partidos y ahora va a ser por un fin. Lo voy a disfrutar mucho.
–Esporádicamente fuiste sumando partidos en el 15 en estos años.
–En 2020 jugué cuatro partidos con Argentina XV en un Sudamericano. Con el club también jugué algunos. No es lo mismo que hacerlo todos los fines de semana en los que agarrás mucho más ritmo.
–Sos de los pocos jugadores argentinos en participar de tres Mundiales juveniles.
–Jugué tres, el último fue el mejor. Justamente de ese mundial hay muchos en los Pumas: Juan Cruz Mallía, Marcos Kremer, Domingo Miotti, Bautista Delguy… Fue una experiencia increíble y la cerramos de la mejor manera con un podio. De otros países me tocó enfrentar a Antoine Dupont en Francia. Fue una muy buena experiencia.
–¿Cómo ves el sueño de llegar a los Pumas?
–En el Sudamericano 2020 hablé con Mario Ledesma y el staff. Me dijeron que iba a tener mi oportunidad después de los Juegos Olímpicos. No llegó. Ahora estoy ciento por ciento enfocado en mi chance en Europa. Si mi oportunidad en los Pumas llega, bienvenida sea. Para eso me preparo. Si me paso al 15, mi objetivo claramente es llegar a los Pumas.
–¿Hablaste con Michael Cheika?
–No, fue una decisión personal. Siempre quise tener una experiencia afuera, en Europa. Fue algo personal pensando en mi futuro. Este era el momento de hacerlo.
La competencia por la 9
A poco más de un año para el Mundial de Francia, Lautaro Bazán Vélez se suma como variante natural a un puesto con poco recambio y que necesita sangre nueva. Tomás Cubelli es el que más jugó en el proceso de Mario Ledesma y aparece como la principal opción, más allá de haber descendido de categoría con el Biarritz en Francia. “Lo tengo como un referente porque desde Pumitas hablaba con él. En ese momento algunos jugadores nos apadrinaban y Cubo era mi padrino. Me aconsejaba, siempre me mandaba mensajes alentadores. Hoy en día me sigue mandando. Me parece un gran jugador y una excelente persona”, expresó Bazán Vélez.
Gonzalo Bertranou, que acaba de renovar su contrato con Dragons, de Gales, es otro de los que pelearán por la camiseta 9. Felipe Ezcurra sumó rodaje en la segunda categoría de Francia en Grenoble. y aunque corre un poco de atrás, buscará su chance. En tanto, Gonzalo García, el más joven de todos, está en la terna para ser el MVP del Top 10 de Italia. Una competencia debajo de las de elite, que sirve para realizar un salto al rugby profesional. Lautaro Bazán Vélez procurará dar ese paso.
Por Nicolás Casanova
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