Es la historia sin fin. La de nunca acabar entre Los Pumas y los dirigentes de la UAR. Pero ahora con un plus. Los jugadores no se achican y pisan fuerte en este nuevo capítulo.
El plantel argentino de rugby, que viene de conquistar un tercer puesto de oro en el Mundial, manifestó su deseo de que cambien las estructuras de un rugby nacional. Las principales voces fueron las del capitán Agustín Pichot y el mánager José Luis Rolandi, pero todos los jugadores coincidieron: quieren que Los Pumas tengan competición de alto nivel sistemático, un lugar de entrenamiento propio y, sobre todo, que cesen las disputas personales de la dirigencia.
El día de ayer arrancó muy agitado. A las 7.41, cuando el sol decía presente, aterrizaba el vuelo 418 de Air France, en el que viajaban Agustín Pichot y Juan Martín Hernández. La mayoría del plantel había arribado el domingo a la noche. Al capitán se lo notaba feliz por su vuelta, pero quizás nadie imaginaba que traía con él muchas cosas para decir.
Alrededor de las 11.30, todo el plantel dio inicio a la conferencia. Y el ambiente, en uno de los salones del hotel céntrico de Buenos Aires, se puso más caliente.
Tomó la posta el mánager de Los Pumas, José Luis Rolandi: "Para que la gente tome conciencia, el seleccionado argentino de rugby no tiene un lugar de entrenamiento fijo. No es como la AFA, que tiene su predio. En ningún gobierno se habló de rugby. Para el Mundial tuvimos que buscar un lugar de entrenamiento, porque no teníamos. Y en ese entonces, el colegio Cardenal Newman y Belgrano nos cedieron gratuitamente sus instalaciones".
Los que se sumaron fueron Pichot y el ahora ex entrenador Marcelo Loffreda, quienes comentaban lo orgullosos que se sentían por integrar este equipo. Pero ese momento duró poco. Detrás de todas esas emociones, hay otra cara. Una cara que algunos desconocen, pero que últimamente es la que más revivió. Ayer Los Pumas no se callaron: quieren nuevas soluciones para viejos problemas.
El capitán disparó con artillería pesada: "Cuánto mejor podríamos ser si las cosas estuviesen ordenadas desde el principio. Es muy importante que la dirigencia empiece a trabajar para ir hacia el mismo lado, y no todo el tiempo por arrebatos políticos y peleas personales (en mayo del años pasado, 59 jugadores habían renunciado a jugar con la Selección) para ver cómo va el rugby y para dónde. El rugby internacional va para el mismo lado, y nosotros demostramos que con lo mínimo se puede lograr grandes cosas y con una solidaridad muy grande de equipo, se puede lograr algo muy importante. Con eso hay que seguir. Después, lo que pase en la política no nos corresponde a nosotros".
Al fin de la conferencia, el secretario de la UAR, Raúl Sanz, respondió a la agencia DyN, sobre las críticas: "Si dicen que no les gusto como dirigente, por suerte no votan ellos y otros me eligen. Seguro no soy el mejor dirigente, como seguro que ninguno de ellos (por los jugadores) es el mejor del mundo".
A Los Pumas los esperaban el presidente Néstor Kirchner y su esposa Cristina en la Casa de Gobierno. Y para finalizar la jornada, fueron invitados en el hotel Alvear a un agasajo. Allí, habló Pichot y hubo imágenes sobre la actuación argentina. Mandaba la emoción. Y seguían dando vuelta los sueños de cambios.
PRODUCCION: Iván Pelisch,
Belén Otero y Guido Magrini