Hay fiesta de rugby en Posadas, Misiones. El club Centro de Cazadores vive horas soñadas. Por un lado, la inclusión –la gran sorpresa de la lista– de Martín Bogado, criado en ese club, entre los Pumas que irán a disputar la Copa del Mundo a Francia. Por el otro, este sábado jugará la final del Regional del Nordeste B de la UAR, ante Tacurú. Todo el club, chicos y grandes, se revolucionó aun más este miércoles porque Bogado, que tras el partido del sábado contra los Springboks viajó a su tierra, dio una conferencia en la sede central.
“El sábado teníamos un partido, y el jueves a la noche, cuando se supo que Martín jugaba como titular en los Pumas, tuvimos que suspenderlo, porque todos querían ir a verlo, así que partieron a Buenos Aires, padres e hijos, en auto, micro y avión para estar en Vélez”, me cuenta Ariel Baéz, entrenador del plantel superior de Cazadores. Bruno, uno de sus hijos, es de la misma camada (1998) que Bogado y ambos jugaron juntos en todas las divisiones. “Son muy amigos. Se juntan siempre a comer asados y entre los choripanes tocan la guitarra y cantan chamamé, folklore. Cada vez que puede, Martín viene a Posadas a estar en familia y con sus amigos”, completa.
La conferencia de Bogado en su tierra, tras el estreno en los Pumas
El domingo, Martín Bogado regresó a su ciudad con la gran noticia en su valija. Horas antes lo había llamado Juan de la Cruz “Manasa” Fernández Miranda –cada Puma supo que iba a Francia de boca de un ex Puma– para decirle que estaba entre los 33. Se abrazó con un amigo en el aeropuerto y pidió silencio, ya que no podía decirlo públicamente hasta el lunes. La carrera del fullback de Highlanders, de Nueva Zelanda, ha sido meteórica. Debutó con sólo 17 años en la primera de Cazadores. Fue campeón del Súper 8 local. Jugó en el seleccionado de Misiones, luego viajó al Jockey de Córdoba y, de ahí, a Olimpia Lions, de Paraguay, por la Superliga Americana de Rugby. Luego fue contratado por el francés Bayonne y, finalmente, llegó al Super Rugby de la mano del equipo de Dunedin. No cualquiera es requerido por una franquicia neozelandesa. El sábado debutó en los Pumas y en las próximas horas se subirá al avión mundialista.
Detrás de cada Puma hay un club formador. Los clubes siguen siendo la gran base del rugby argentino. En cualquier rincón del país. Cazadores es un club social. En el rugby todos están comprometidos. Claudio, el papá de Martín Bogado, fue jugador, entrenador de todas las divisiones y dirigente. “Acá hacemos lo que nos dijeron: enseñar lo que nos enseñaron”, agrega Baéz, que dice que el contagio que generó lo del nuevo Puma es inédito. “Hace tres meses empezaron a llegar jugadores de todos lados. Hoy tenemos 45 en el plantel superior, cuando antes no juntábamos 20. El equipo tiene jugadores desde los 19 hasta los 37 años”.
El club, ubicado sobre la ex ruta provincial 213, a unos 20 minutos del centro de la ciudad de Posadas, fue fundado el 3 de enero de 1950. Como su nombre lo sugiere, comenzó siendo un club de caza. Luego fue de tiro al disco. Y, más tarde, incorporó distintos deportes. Tiene 400 socios. Ya tuvo un Puma, Martín Palou, en los noventas. Los deportes más convocantes son, además del tenis y el fútbol, el hockey sobre césped y el rugby. Cazadores, junto a Tacurú, Rowing y Jockey, fundó en 1977 la Unión de Rugby de Misiones (URuMi). De su cantera emergió la Leona Lucina von der Heyde, en su momento la mejor jugadora junior del mundo. Simbólico: un club que se inició en la caza hoy tiene un Puma y una Leona.
Cazadores tiene todas las divisiones de rugby y es un club reconocido por su capacidad de desarrollo integral de los jugadores. Al plantel de primera lo formó en 1979. Es el único club de Misiones que obtuvo el torneo Regional del Nordeste de la UAR, que logró en 2001. Se clasificó para el Nacional de Clubes pero no pudo participar porque, viajando a Santa Fe para el debut frente a CRAI, el micro que transportaba a los jugadores tuvo un accidente, en el que varios resultaron con heridas serias. Hoy, en la calurosa y húmeda Misiones, Cazadores, el club del Puma mundialista Martín Bogado, está de fiesta, soñando.
Por Jorge Búsico
Créditos: UAR
Diario La Nación