Nicolás Sánchez y Marcos Kremer, los dos jugadores argentinos del Stade Français, tienen el sábado una revancha con los Pumas contra su país de acogida. En una entrevista a la AFP, ambos recuerdan el mal gusto que les dejó la derrota contra los galos en el último Mundial de Japón-2019 (23-21), que ayudó a la eliminación albiceleste en primera ronda.
“Es un desafío cada vez jugar contra Francia. Son partidos muy especiales. Perdimos en el Mundial y eso quedó mucho tiempo en nuestras cabezas. Por tanto vamos a jugar a fondo este partido. Conocemos el nivel de los franceses, con jugadores como (Antoine) Dupont, (Romain) Ntamack y (Matthieu) Jalibert. Pero jugaremos de una forma diferente”, explica el veterano apertura Nicolás Sánchez.
En aquel partido, Sánchez, jugador con más partidos internacionales en los Pumas (90), y que tiene el récord del puntos (833) en el seleccionado, fue sustituido en el minuto 56 por Benjamín Urdapilleta, tras haber anotado una conversión y fallado otra, y marcar un penal y errar otro.
– Recuerdos del pasado Mundial –
Si Sánchez, de 33 años, que ha jugado tres Mundiales, ya tenía varios partidos a sus espaldas contra los Bleus, para el tercera línea Kremer, de apenas 24, ese partido contra Francia del Mundial ha sido su única experiencia frente a los galos, de mal recuerdo, en que Emiliano Boffelli tuvo un penal al final del partido, que pudo haber dado el triunfo a los Pumas en Tokio, en el debut de aquella cita japonesa.
“La verdad es que no guardo buenos sentimientos de ese partido contra Francia. Fue decisivo para nosotros y nos termina dejando fuera del Mundial y de la zona del grupo. Las sensaciones no son del todo buenas. Ojalá se dé ahora un lindo partido sacando todos los pensamientos de los anteriores, teniendo la cabeza en otro objetivo, en algo más grande. Tenemos que apoyarnos en eso, y todo va a estar bien”, analiza Kremer.
Los Pumas no llegan al partido contra Francia en su mejor nivel. Si en 2020 ganaron a los All Blacks y empataron dos veces contra Australia, este año llegan a París habiendo perdido todos sus duelos del Rugby Championship.
“Obviamente no estamos en el mejor nivel, pero somos conscientes que no es el máximo que podemos llegar a obtener. Sabemos que queda mucho trabajo por hacer, pensando en el gran objetivo que es el Mundial de 2023 en Francia. Creo que todavía hay tiempo, pero hay que empezar a ganar, a tener victorias para agarrar confianza, creo que el trabajo que se viene haciendo va a dar sus frutos. Lo tenemos que llevar a la cancha, porque se trabaja duro, se trabaja bien y lo que nos está costando es llevarlo a la cancha y lograr victorias. También somos conscientes de que este Rugby Championship jugamos contra tres de los mejores equipos del mundo y ningún partido es fácil, pero tenemos confianza de cara al Mundial”, resume Kremer.
– Nivel inferior este año –
En 2019, los Jaguares, que nutrían a los Pumas, fueron finalistas del Super Rugby, el campeonato de las franquicias del Hemisferio Sur. Con la pandemia, el equipo se deshizo y sus jugadores se esparcieron por el mundo, lo que ha podido influir en la bajada de nivel de los Pumas, que ya no cuentan con los mismos automatismos y coordinación.
“Yo creo que eso no debería ser una excusa. El año pasado se llegó al Championship no habiendo jugado juntos durante mucho tiempo, teniendo que hacer cuarentena y el equipo logró un buen resultado, ganando a Nueva Zelanda y empatando dos veces con Australia. Creo que se vio una muy buena imagen del equipo y no creo que este año podamos usar de excusa los jugadores que se fueron o todo lo que pasó”, explica Sánchez.
“Creo que únicamente tenemos que mirar para adentro, confiar en lo que venimos haciendo y ponerlo en la cancha, como decía Marcos. Tenemos partidos muy importantes en esta ventana, con rivales distintos (Francia, Italia e Irlanda), que nos van a servir para seguir desarrollándonos como equipo”, añade el apertura.
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