El presidente ejecutivo de la Rugby Football Union (RFU), Bill Sweeney, afirmó que las restricciones más estrictas recientemente sobre los eventos deportivos en Inglaterra este invierno tendrán un impacto masivo en la capacidad de su organización para financiar el deporte.
Inglaterra esperaba contar con una multitud de 20.000 personas para el partido del 25 de octubre contra Barbarians, allanando el camino para que multitudes de cinco cifras asistieran a los partidos de test del mes siguiente en Twickenham en la Copa de Naciones de Otoño.
Sin embargo, las nuevas medidas gubernamentales ahora darán lugar a que los estadios deportivos permanezcan cerrados a los hinchas en el futuro previsible, lo que aumentará la presión financiera sobre las organizaciones deportivas como la RFU.
Una declaración de Sweeney decía: “La RFU quisiera agradecer al Secretario de Estado y al Ministro de Deportes por convocar una discusión sobre la industria del deporte inmediatamente después de la declaración del Primer Ministro con el objetivo de encontrar soluciones para apoyar el deporte”.
“Entendemos el difícil equilibrio que enfrenta el gobierno para controlar la propagación del virus y al mismo tiempo permitir que partes de la sociedad y la economía permanezcan abiertas. Todos debemos seguir los consejos dados y contribuir a que el virus esté bajo control”.
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