En el Estadio Córdoba Los Pumas cayeron ante Italia por 13 a 12 sin jugar bien. Las 35 mil personas que se dieron cita al Chateau Carreras le dieron el color que se merece el tercer equipo del mundo pero una pena ya que lo deportivo dijo ausente.
En Córdoba Los Pumas recibieron otra vez a Italia y como en 2005 (29-30) los
que festejaron al final fueron los azzurros y otra vez por un punto 13 a 12.
El triunfo italiano llego en el último minuto gracias al try de Leonardo
Ghiraldini y a la conversión de Andrea Marcato para más tarde festejar como si
hubieran ganado la copa del mundo.
El partido tuvo un nivel de juego bajo donde ambas selecciones cometieron un
sin fin de imprecisiones los cuales provocaron que se cometieran demasiadas
infracciones. Esto derivó en un juego muy cortado en cual se cobraron 33
penales.
En los primeros cuarenta minutos, Argentina planteó un juego estratégico con
la patada de Juan Martín Hernández quien llevó a su equipo siempre a campo
rival. Primero el trabajo fue de los gordos albicelestes provocando la
infracción rival para que el 10 lo cambiara por tres puntos. El XV dirigido por
Santiago Phelan, no mostró nunca un gran libreto con un patrón de juego pero si
fue efectivo hasta la salida tempranera del número 10, Hernández por lesión
cuando se jugaban 19 minutos del primer tiempo. Desde entonces Los Pumas se
parecieron más al equipo de los 80 que al del mundial de Francia 2007.
Argentina sumó con penales de Hernández a los 2 y 5 minutos del primer
tiempo y luego fue el turno de Marcelo Bosh a los 12 y 35 minutos para poner a
Los Pumas con 12 puntos en la pizarra. Por el lado de la visita, fue a través
del full back Andrea Marcato que a los 37 minutos, clavo un penal el cual dejo
el parcial 12 a 3 con el que nuestra selección se fue ganando al termino de la
primera mitad.
En el segundo tiempo el juego argentino sorprendió a todos, ya que a ninguno
de los jugadores creadores del XV albiceleste, se le cayó una idea como para
romper la defensa visitante. Esto hizo recordar al equipo de Los
Pumas de los años ochenta el cual iba al frente como más amor propio que juego.
Es más, la sensación que daba desde la tribuna era ver a un equipo con
jugadores de alto nivel pero ninguno de ellos pudo mostrar algo diferente como
para llegar al ingoal contrario. Desde ese punto de vista Italia fue un justo
ganador porque supo esperar su momento y cuando pudo facturar lo hizo en el
momento justo. Sí, al final del encuentro.
En la etapa complementaria, a decir verdad, los italianos tampoco mostraron
un rugby champagne. A los 11 minutos un penal de Marcato dejaba a su equipo ahí
de llegar a darlo vuelta y cuando el reloj marcaba que el tiempo reglamentario
ya estaba consumido llegó el balde de agua fría en cual mojó a las 35 mil
personas que se acercaron al Estadio Córdoba. Nos referimos al try
anotado por Leonardo Ghiraldini el cual terminaría siendo vital en el resultado
final del Test Match porque su pateador Andrea Marcato, metió la conversión y a
cobrar, Italia se quedaba con el triunfo por un punto 13 a 12.
.
Derrota para reflexionar
Esta derrota de Argentina no es para desesperase pero tampoco es para dejarla
pasar por alto. Si bien no es el mismo plantel mundialista que se colgó la
medalla del tercer puesto en la última Copa del Mundo, es un equipo que por lo
visto en su primera tres presentaciones en esta temporada con un mix de gente
experimentada y gente con poco roce internacional, dejo en claro que por ahora
no tiene una identidad propia. Tendremos que hacernos la idea de que hay muchas
cosas por corregir y que seguramente tanto jugadores como cuerpo técnico
estarán pensando en ello y más teniendo en cual su próximo rival en Agosto
próximo, Sudáfrica (último campeón del mundo).
35 mil almas le dieron vida al espectáculo
Pasaron Los Pumas por Córdoba y lamentablemente las 35 mil personas que se
dieron cita en el Estadio Córdoba, no pudieron ver ese juego que llevó al
seleccionado nacional a ser el numero 3 del ranking de la IRB. Pero lo que no
se discute, es que en la "docta" tranquilamente se puede hacer un
encuentro de alto nivel porque la gente respondió y lo hizo de manera
incondicional.
Por Gustavo J. Sales