Será un año de desafíos importantes para el rugby argentino. Es que ya parece una costumbre esto de jugar doce partidos internacionales por año y el trabajo no deja de ser mucho para asegurarse que los equipos nacionales estén listos.
El calendario repite el formato: tres partidos en junio sin los jugadores europeos que sean elegidos por el entrenador Santiago Phelan para afrontar la difícil segunda temporada del Rugby Championship de seis partidos -tres en el país y uno cada uno en Sudáfrica, Nueva Zelandia y Australia- para terminar todo en Europa con tres últimos test matches en una gira que podría tener como gran momento la presencia del nuevo Papa Francisco como espectador del partido que Los Pumas jugarían en Roma.
Todo empezará con un equipo inglés sin sus mejores figuras que estarán en ese momento jugando para los British & Irish Lions. Será sí, para el entrenador Stuart Lancaster, la última oportunidad de darles rodaje a los contendientes para el Mundial 2015 que jugarán en su casa y por eso es de enorme importancia el viaje a Sudamérica.
Todo está listo para que se juegue, como en 2009, en el estadio Padre Martearena de Salta el primer test del año, pues los ingleses ya visitaron la ciudad para analizar todos los detalles a tener en cuenta (campos de entrenamiento, hotelería, gimnasio, distancias).
Luego habría un partido entresemana en Montevideo con un combinado sudamericano con mayor presencia local para terminar en Buenos Aires, en Vélez Sarsfield, para terminar la gira.
La primera ventana tendrá como cierre a Georgia visitando nuevamente Argentina. La primera fue en 1998 para jugar amistosos contra dos clubes. Desde entonces, el crecimiento de los Lelos ha sido enorme, aunque no terminan de desafiar fehacientemente al top 10. Este partido, teniendo los georgianos su plantel completo, y Argentina usando junio para desarrollar jugadores locales y algunos del extranjero no considerados para el Rugby Championship, será interesante sobre todo porque los europeos podrían ser rivales de Los Pumas en el Mundial 2015.
Finalizada la ventana, comenzará la preparación intensiva para el segundo Rugby Championship que permite dos lecturas. La primera es que con la experiencia adquirida en 2012, el equipo y el cuerpo técnico estarán más atentos a los pequeños detalles que en la temporada debut fueron parte del aprendizaje. La segunda es que los rivales ya sabrán contra qué jugarán y saben que el desafío de enfrentar a Argentina no es sencillo.
Se mantiene el mismo fixture. No será tan turístico como el del año pasado. Todo arrancará en la poco cálida Bloemfontein, la ciudad de las rosas. No hay mucho para hacer para quien quiera acompañar al seleccionado, salvo respirar rugby en el corazón de los Boers. Los Springboks querrán vengar su empate del año pasado y marcar el terreno en ese primer partido.
Ya sin los nervios del debut, se puede considerar Bloemfontein y Mendoza como una serie. Regresarán ambos equipos a la hermosa ciudad a la sombra de los Andes donde registraron el empate en 16 un año antes.
Tras la semana de descanso, el viaje a Auckland terminará 80 kilómetros al sur, en Hamilton, otra ciudad de pocas bondades turísticas en un país extremadamente turístico. Los Pumas han jugado repetidas veces allí, la última en 2004.
El eterno viaje por el Pacífico traerá un nuevo destino para el seleccionado cuando jueguen en Perth, en la costa oeste de Australia. Esto demandará un día completo, ya que habrá que cruzar a Australia (Sydney está a unas tres horas) y de allí son otras cinco horas más. Lejos de todo, allí enfrentarán a unos Wallabies cuyo espíritu dependerá de sus dos series previas contra los Lions y los All Blacks. Dos malos resultados y las chances crecerán para Los Pumas frente a unos golpeados Wallabies.
El cierre del torneo volverá a La Plata para otra gran fiesta del rugby contra los All Blacks y a Rosario para cerrar con los australianos. Todo apunta a que este año haya victorias para celebrar.
El cierre del año verá, como es habitual, al seleccionado en Europa jugando contra conocidos rivales. Será en Italia donde todo empiece y el presidente de la FIR, Alfredo Gavazzi, ya hizo las gestiones de invitación al Papa Francisco. Dependerá de la aceptación Papal si el partido se juegue en Roma. Caso contrario, sería en Nápoles y el invitado, dicen desde Italia, sería un tal Diego Armando Maradona.
Inglaterra será nuevamente anfitrión de Los Pumas para el tercer partido del año entre ambos, el que tenga a sus equipos lo más completos posible. La última vez que se jugó en Twickenham fue en 2009.
El cierre será en Cardiff, otra ciudad habitual para Los Pumas, ya que será el tercer año consecutivo que se juegue allí. El enorme triunfo -por juego y contundencia- de 2012 estará clavado en el orgulloso corazón galés y será la revancha.
Será un nuevo año para revalidar el nivel de Los Pumas en el concierto mundial y otra cargada agenda para el fanático de rugby.
Por: Frankie Deges
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