Un 18 de mayo, pero hace 100 años, en 1924, estadounidenses salieron al Stade Olympique para enfrentar al anfitrión Francia en la final del torneo de rugby en los Juegos de París.
Estados Unidos era el campeón defensor tras ganar el oro en Amberes cuatro años antes; ese equipo se incluiría en el World Rugby Hall of Fame en 2012. Ese equipo compuesto en su mayoría por californianos no era el favorito ese día.
Tan poco candidato eran que el capitán Colby ‘Babe’ Slater le había escrito a su madre durante los Juegos que “Francia tiene un equipo muy fuerte y realmente creo que tenemos muy pocas chances. Eso sí, les dejaremos notar que estuvieron en una batalla.”
Slater había enviado la carta tras ver como los locales habían vencido al tercero, Rumania, 59 a 3 apoyando 14 tries.
PERSONALIDAD AMERICANA
Una semana más tarde, Slater lideró a Estados Unidos a una victoria por 37 a 0 ante los rumanos, apoyando ocho tries y dejándolos de cara a una final olímpica ante los franceses.
Treinta jugadores habían partido de California; tan solo siete de los 22 jugadores disponibles para la final habían sido campeones olímpicos en Amberes.
Según el forward Dudley de Groot, ninguno de ellos no había jugado rugby desde aquellos Juegos, mientras que ocho nunca había jugado al rugby previamente.
Por ello, antes de llegar a Francia, el plantel paró en Inglaterra con la intención de jugar partidos de preparación ante buenos rivales. Como explica Slater en la carta a su madre, el viaje “mostró considerable mejoría” respecto del que había ido a Bélgica cuatro años antes, más allá de que las cosas en el campo de juego no hayan ido del todo bien.
“Llegamos en el cierre de su temporada y no tenían interés; además, nuestros partidos no fueron bien publicitados,” agregó.
“En el momento que jugamos nuestro último partido, había un partido de fútbol en Wembley con 100 mil espectadores.”
Era la final de la FA Cup, en que Newcastle United derrotó a Aston Villa 2-0, la segunda final en el ‘nuevo’ Wembley el 26 de abril de 1924.
Viajando de Londres a París, el plantel tenían dudas de si estarían a la altura de las circunstancias.
“Claramente, hay que tener personalidad para viajar unas seis mil millas para jugar con los mejores equipos ingleses en un deporte claramente inglés,” explicó De Groot.
“Considerando que no habíamos jugado antes como grupo. Del equipo de hace cuatro años, ninguno había vuelto a jugar mientras que ocho jugadores nunca habían jugado rugby.”
“A pesar de nuestra confianza, a veces pensábamos si no estábamos ante algo más grande que lo que podíamos manejar.”
‘QUINCE FANTÁSTICOS ATLETAS AMERICANOS’
La victoria contra Rumania fue ciertamente un aliciente, aunque los americanos sabían del gran desafío que los esperaba en la final, incluyendo la influencia del público.
El entrenador Charles Austin, uno de los mejores rugbiers de la preguerra, eligió a cinco de los medallistas dorados de Amberes en su XV inicial ante Francia.
Uno de ellos, Jack Patrick, fue el autor de uno de los cinco tries con que los estudiantes derrotaron a Francia 17 a 3 para retener el oro olímpico.
“Por 17 a 3, los californianos no solo demostraron su maestría; debemos decir, verdaderamente, también la superior calidad de su juego,” escribió Andre Glarner en The Excelsior. “Con tenacidad, impecable manejo del balón, excepcional estado físico y un incansable poder.”
Los espectadores en el Stade Olympique, en Colombres, “escandalosamente silbaron, abuchearon y gritaron en vez de aplaudir y admirar,” escribió el periodista RW Magnanon.
“Quince fantásticos atletas americanos jugaron un rugby muy correcto y veloz y el domingo derrotaron claramente al equipo francés,” escribió en Le Mirroir des Sports.
“Lo hicieron con prolijidad y lealtad, jugando duro pero sin maldad, usando lo necesario en una final olímpica. Al peso de esas extraordinarias cualidades atléticas se le aliaron las de resistencia y potencia, las ganas de ganar y el entrenamiento serio y metódico.”
Los equipos de Estados Unidos que ganaron el oro en 1920 y 1924 fueron incluidos en el World Rugby Hall of Fame en 2012, destacando sus logros.
En 1924, el manager del equipo, Samuel Goodman, había avisado que “probablemente este sea el último equipo que Estados Unidos envíe a los Juegos” ya que el rugby no había tomado raíz fuera de California
Por suerte, Goodman estaba equivocado. Cuando regresó el rugby – en su formato de sevens – al programa olímpico 92 años más tarde, en Río 2016, Estados Unidos tenía sus equipos masculino y femenino presente.
Lo volvieron a hacer en Tokio tres años después y ambos equipos han clasificado a París 2024, con el equipo masculino listo para debutar en el Stade de France el miércoles 24 de julio.
“El rugby universitario es la raíz del deporte americano y la conexión entre 1924 y hoy está completa con el regreso del rugby a los Juegos Olímpicos,” dijo el célebre Águila Dan Lyle en 2012.
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