Cuando termine la segunda fase algunos equipos habrán jugado más partidos de local que de visitante o viceversa. Este esquema de campeonato no se caracteriza por la igualdad de oportunidades.
En un torneo que debe ser equitativo muestra algunas falencias que distan de lograr ese cometido; y parece que se depende más del azar que de una buena organización por no decir planificación. No es nuevo, esto se repite año tras años y no hay indicios de cambios. Pero no toda la culpa es de los organizadores sino también de los clubes que no ofrecen alternativas.
No por depender de la suerte deja de ser injusto, claro que dependiendo de la vereda que nos toque algunos prefieren guardar silencio porque se vieron favorecidos. Pero a esta situación también se le puede incorporar el concepto de igualdad de oportunidades; no tanto para los protagonistas sino para el público que todos los fines de semana le da color al rugby.
Y si nos detenemos en los espectadores, también tienen el derecho de ver su equipo jugar en su cancha la misma cantidad de partidos que su rival. Y este sistema tiene la particularidad de que algunos equipos juegan más partidos de local que otros y por supuesto que de visitante sucede lo mismo.
Cuando concluya la segunda fase, que tiene real importancia porque determina los seis equipos que lucharán por le título, nos encontraremos con que algunos equipos disputaron siete partidos en su cancha contra seis de otros; y por supuesto que la historia se repite con los mismos numero para encuentros en campo visitante.
Esta situación puede ser aprovechada en el momento, si alguien saca ventaja no lo podrá calcular al inicio del torneo, pero si al final. Obvio que todo va depender del azar. Siempre se dice que al final siempre llegan los mejores, en muchos casos esta ecuación es cierta, pero en otras deja que pensar. ¿Quién se hace cargo de esto?
Rebobinemos una temporada y analicemos, en el año 2007 la cuestión no fue tan pareja, tanto Palermo Bajo como el Córdoba Athletic fueron ampliamente favorecidos por este azar, ambos equipos jugaron como local 8 encuentros. Pero así como hay quien sonríe hay otros que lo padecen; y en esta ocasión La Tablada solo jugo 5 partidos en su campo de juego y 8 afuera.
Capaz que fue ese solo año, pero damos otra vuelta de página y vamos un año más abajo. En el 2007 sucedió lo mismo, los ingleses tuvieron ocho participaciones como locales y en contrapartida Palermo Bajo solo disfruto de su cancha en cinco oportunidades.
Algo tiene que cambiar. Es incomprensible que no haya igualdad de oportunidades; esto puede sonar exagerado, pero cuantos clubes hubieran preferido jugar mas partidos en su campo de juego.
Informe: Luis Oviedo Ortiz [email protected]