Marca el año que está terminando que el mayor triunfo del rugby argentino haya sucedido lejos de un estadio de rugby. En el hotel Lensbury, sobre el Támesis, en la zona más paqueta de Londres, el rugby mundial le dio el espaldarazo a Los Pumas que se venía pidiendo.
El 12 de mayo de 2010 quedará como el día en que se movió la piedra que frenaba el ingreso de Los Pumas al Cuatro Naciones. Ese día, casi por unanimidad, los principales países del mundo ovalado aceptaron modificar la Regla 9 que a partir de ahora permitirá que los jugadores argentinos en clubes europeos puedan estar disponibles para este nuevo torneo que comenzará en el 2012.
La información sobre el avance de las negociaciones para el ingreso sigue siendo escasa, aunque visitó en diciembre Buenos Aires el nuevo CEO de SANZAR, pero al levantarse este enorme impedimento, quedó claro que el futuro es ya. Que la planificación tiene que empezar y en eso está empezando a enfocarse el rugby argentino.
Hoy, después de un año del seleccionado argentino que podría considerarse entre regular y malo -pico máximo en el 41-13 contra Francia y momento más bajo contra Irlanda en el 29-9- todos los cañones deberían apuntar a lo que viene.
Claro que antes del Cuatro Naciones está el Mundial en Nueva Zelanda y allí Los Pumas deberán buscar revalidar lo conseguido en Francia hace ya tres largos años. Aquí una salvedad: en cualquier XV histórico del seleccionado argentino no deberían quedar afuera al menos seis o siete de los que en Francia consiguieron la medalla de bronce. Entonces, pedir algo semejante es hasta injusto.
El acceso a cuartos de final no es una exigencia desmedida. El haber perdido dos veces contra Escocia en Argentina marcó el terreno. Es mucho el trabajo por delante de Tati Phelan y su grupo de confianza. Aún cuando hay gente que descree de la capacidad del entrenador nacional de revertir una tendencia de juego poco ambiciosa hay que brindarle el apoyo necesario. El tiempo no permite cambios y el ambiente no lo resistiría.
Muchos de los que se quejan son los que después atacan los planes en funcionamiento. Es aquí donde las convicciones se mezclan con las pujas de poder. Y pierden todos.
Entonces, para que Los Pumas sean competitivos, hay que aceptar lo que ya está establecido. Agradecer el apoyo del mundo que aceptó liberarlos y creer en que el Plan de Negocios que sustentará el Cuatro Naciones redunde en beneficios para el rugby en general.
Mirando para atrás, el año a nivel rugby internacional no fue positivo. Los Pumas ganaron dos de sus seis partidos y no mostraron un juego que haga llenar de rugby a los espectadores salvo en el partido contra Francia en Vélez Sarsfield.
Los Jaguares tuvieron una temporada también mixta. Por un lado jugaron en Sudáfrica (bajo el mote de Pampas XV) y aprendieron mucho, asegurando que en el 2011 será una experiencia más positiva en cuanto a los resultados. Este año ganaron tres, empataron uno y perdieron tres sin clasificar a cuartos de final. Varios Pampas terminan el año en clubes europeos.
Luego viajaron a Rumania sin los mejores 47 jugadores ya que Argentina A enfrentó la misma se-mana a Francia en La Plata. Cayeron contra Italia A (20-22) y Rumania (8-24) pero le ganaron al segundo equipo escocés (33-13) siendo un buen augurio para el 2011.
Terminaron el año con la Américas Rugby Championship en Córdoba donde se despacharon a los equipos locales de Estados Unidos, Canadá y Tonga antes de ganarle dos veces al seleccionado ruso en Moscú.
Por proyección, crecimiento y juego, Los Jaguares fueron lo mejor del año.
El seleccionado de seven combinó buenas y malas. Dominó a piacere la región aún con un segundo equipo, pero en el circuito mundial terminó en séptimo lugar, llegando a tres semifinales. En cierta medida, los PLAR juegan en contra de este equipo ya que no son proveedores directos de jugadores para Los Pumas como lo supieron ser.
El seleccionado M20 tuvo su mejor actuación en un Mundial de la categoría al terminar sexto en el Junior World Championship en la región del Litoral. Fue clave el triunfo contra Irlanda (24-21) en la etapa de grupos mientras que tras empatar en 19 puntos y pasar una muerte súbita sin modificaciones, Los Pumitas definieron por penales contra Gales el jugar por el 5º puesto. El pie argentino fue perfecto y el penal que le dio el pase fue el de Fernando Luna. No pudieron ganarle a Francia pero el sexto puesto ayuda a prenderse con los mejores en esta edad tan importante.
El crecimiento en la cantidad de jugadores sigue siendo constante -hay unos 100.000 jugadores, sin contar todos los que están derredor del rugby- y es en los seleccionados donde estos chicos que se acercan buscan reflejarse. Por ello, lo que le pase a los que visten los colores argentinos es de tamaña importancia.
Por: Frankie Deges
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