El entrenador francés Bernard Laporte le pondrá fin a su exitosa carrera como entrenador tras la finalización de esta Copa del Mundo. Y no es que los resultados no lo hayan acompañado, porque de hecho aspira a retirarse con la gloria.
PARÍS – El entrenador francés Bernard Laporte le pondrá fin a su exitosa carrera como entrenador tras la finalización de esta Copa del Mundo. Y no es que los resultados no lo hayan acompañado, porque de hecho aspira a retirarse con la gloria, sino que se meterá de lleno en su carrera política.
El joven entrenador de 43 años ganó dos títulos en la liga francesa tanto como jugador y como entrenador, además de lograr cuatro Torneos de las Seis Naciones, en donde se incluyen dos Grand Slams (rótulo que se da al ganar todos los partidos del torneo) entre el 2002 y el 2007.
Comenzó su carrera de entrenador en 1993 como asistente en el Stade Bordelais University Club, tras jugar de medio scrum y ser el capitán del equipo Begles Bordeaux que salió campeón en el año 1991. En 1995 pasó a dirigir al Stade Français en la tercera división y consiguió tres ligas, imponiéndose en las respectivas divisiones, algo que le valió para llegar a la primera división del rugby francés.
Sus campañas lo ubicaron entre los mejores entrenadores del país y en 1999, tras la derrota de Francia contra Australia por 35-12 en el Mundial de 1999 en Gales, se convirtió en el nuevo entrenador galo.
Pero su comienzo al mando del seleccionado francés no fue del todo bueno, ya que no consiguió títulos en sus primeros dos años.
Pero en el 2002 consiguió su primer Grand Slam, la antesala perfecta de cara al mundial del 2003 en Australia, donde Francia alcanzó las semifinales y perdió ante el eventual campeón, Inglaterra, por 24-7.
Pero el equipo francés no bajó los brazos y volvió a ganar el Seis Naciones en el 2006 y en el 2007.
Y no hay mejor final para un entrenador que un Mundial en su país natal, y ni que hablar si llegara a conseguir el tan ansiado trofeo.
Pero todo el mundo pensó lo peor cuando cayeron ante la Argentina en el partido inaugural, dado que debían enfrentar a los All Blacks en los cuartos de final.
Pero Laporte no pensaba retirarse por la puerta de atrás, y su experiencia y conocimiento le sirvieron para dar la gran sorpresa.
Ahora, tras ese resonante triunfo, Laporte no tiene otra cosa en mente que no sea retirarse dándole a Francia su primera Copa del Mundo.