Con Super Rugby cambiando a un enfoque en el Pacífico, los viajes a Sudáfrica se han convertido en una rareza.
Significa que toda una nueva generación de Wallabies como Nick Frost, Len Ikitau y Mark Nawaqanitawase aún no han jugado en el país, casi un tercio del equipo.
“Tuvimos un par de reuniones sobre (la atmósfera) que se vivirá en Pretoria”, dijo el pilar Allan Alaalatoa.
“Nuestros líderes han compartido sus experiencias sobre cómo es jugar en Pretoria o en Sudáfrica con altitud, cómo cantan el himno nacional y cómo todos se involucran”.
“Creo que fue realmente bueno escuchar a nuestros jugadores experimentados y creo que eso es muy valioso para algunos de los muchachos jóvenes que se alimentarán de esta información de cara a lo que se viene”.
“Sabemos que habrá jugadores que estarán nerviosos, algunos no han jugado en mucho tiempo o están jugando su primer test (en Sudáfrica), así que estamos tratando de sacar todas esas incertidumbres durante la semana, poner la atención sobre lo que vamos a enfrentar, así que estamos listos para ello”.
Hay una serie de factores que han contribuido al récord sin victorias en Loftus Versfeld.
Para empezar, el estadio está situado a una altitud de 1.350 m sobre el nivel del mar, lo que permite a los pateadores marcar penales desde muy dentro de su campo.
Esto puede ser una ventaja para los Wallabies, ya que el fullback Reece Hodge posee una de las patadas más fuerte en la actualidad de este deporte.
Cuando se le preguntó acerca de su distancia máxima, se negó a dar una respuesta exacta, pero en el pasado superó cómodamente más de 50 metros.
Además de esto, el estadio con capacidad para 51,000 personas se agotó durante casi dos meses, tal fue la demanda para ver el partido Springboks-Wallabies que mete miedo para cualquiera que pise el estadio de Pretoria.
Hodge jugó el último partido de los Wallabies en esta cancha y sabe el significado que tiene para él y sus compañeros lo que deberán afrontar el próximo sábado.
“Son muy ruidosos”, comentó Hodge sobre la multitud de Pretoria.
“Recuerdo que la última vez en 2016 el estadio estuvo lleno de gente y todos estaban animando a los Springboks. Realmente significa que tenemos que conectarnos como grupo”.
“Somos los únicos australianos y nos aseguramos de que el plantel de 23 y los que estén en la tribuna se unan para hacer todo lo posible para combatir lo que será una atmósfera hostil frente a la cual jugar”.
“Es emocionante y tener la oportunidad de ir a Pretoria y, con suerte, obtener una victoria es algo que emociona a todo el equipo”.
Independientemente del desafío, el entrenador de los Wallabies, Eddie Jones, ha infundido confianza en el equipo, con los jugadores confiados en algo especial.
“Creo que en nuestro campamento de entrenamiento de abril, todo lo que Eddie estaba hablando era creer y eso es todo de lo que los muchachos han estado hablando desde aquel momento”, dijo el tercera línea Rob Valetini.
“Todos los muchachos también tienen confianza. Si no nos creemos a nosotros mismos, ¿quién más va a creer en nosotros? Creo que la creencia es fuerte en este equipo y, con suerte, podemos jugar un buen partido y obtener la victoria”.
rugby.com.au