Con un rugby en evolución constante, la planificación va más allá de los nombres propios: distribución del banco, versatilidad, profundidad y el estado físico de sus figuras son factores claves.
Una de las principales consideraciones gira en torno a la composición del banco de suplentes, con la posibilidad de utilizar una división 6/2 o incluso 7/1, como lo han hecho recientemente selecciones como Sudáfrica y Francia. “Si lo analizamos estadísticamente, vemos lo potentes que son los 6/2. Los 7/1 también han tenido éxito. Depende del plantel y del equipo al principio”, explicó el head coach en una entrevista radial.
Lesiones como las de Will Jordan y Anton Lienert-Brown han acelerado la toma de decisiones, mientras que otros como Quinn Tupaea empujan fuerte desde el Super Rugby Pacific. También se abren espacios por la salida de históricos como Sam Cane, que ya no son elegibles al firmar en el exterior.
Robertson confirmó que seleccionará 39 jugadores para la primera serie de 2025: 24 forwards y 15 backs.
“La versatilidad es fundamental”, indicó, destacando la importancia de contar con jugadores que puedan rendir en dos o tres posiciones diferentes.
Aunque evitó dar nombres, reconoció que “hay algunos chicos en muy buena forma” y que el proceso de selección se basa en un balance entre estadísticas, intuición y el rendimiento visible en los partidos clave.
La cuenta regresiva hacia la ventana internacional ha comenzado, y los próximos 50 días serán determinantes para quienes aspiren a vestir de negro.
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