La derrota ante los Pumas no es un simple tropiezo, es una alarma para los All Blacks. El equipo, desorganizado y sin disciplina, ahora enfrenta a los campeones mundiales, los Springboks, que huelen sangre. La pregunta es: ¿tiene Scott Robertson el tiempo y las herramientas para solucionar los problemas antes del crucial partido en Eden Park?
Los problemas más graves
Falta de disciplina: Varias tarjetas amarillas en Buenos Aires muestran la vulnerabilidad del equipo. Los Springboks no perdonarán esta indisciplina.
Delantera débil: La delantera, a menudo el motor de los All Blacks, se vio superada y desorganizada. Con la lesión de Patrick Tuipulotu, la falta de cohesión en esta área es una gran preocupación.
Sin defensa ni balones altos: La defensa fue ineficaz y el equipo no pudo competir en el juego aéreo, un punto fuerte de Sudáfrica.
Robertson tiene dos semanas para revertir esta situación. Debe optimizar la selección de jugadores, especialmente en la delantera, y corregir las deficiencias del equipo. Aunque los All Blacks tienen un récord impresionante en Eden Park, los Springboks llegan con la confianza de haber ganado los últimos cuatro partidos contra ellos.
La presión es inmensa. El 6 de septiembre, Robertson se enfrentará a su mayor prueba hasta la fecha. ¿Podrá su equipo detener a la bestia sudafricana y mantener vivo su récord en Eden Park?
Por Richard Knowler
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