Si entra a la cancha el sábado para el último partido del Rugby Championship de la temporada y el último Test que disputará Nueva Zelanda de local contra Australia, se unirá a otros 12 nombres que han alcanzado las tres cifras. Pero pocos afirmarían haber soportado tanto como Cane para lograr esta hazaña.
El club de los All Blacks con 100 tests está formado por Sam Whitelock (153), Richie McCaw (148), Keven Mealamu (132), Beauden Barrett (130), Kieran Read (127), Aaron Smith (125), Tony Woodcock (118), Dan Carter (112), Brodie Retallick (109), Owen Franks (108), Ma’a Nonu (103), Mils Muliana (100).
Significativamente, sólo McCaw y Read representan a los terceras líneas, los jugadores que con mayor frecuencia se encuentran en posiciones comprometidas y los exponen a lesiones en la forma en que se juega el rugby moderno. Incluso jugar esta temporada fue un problema para él.
“A principios de año [había] un poco de incertidumbre sobre cómo estaba mi cuerpo y cómo se veía el año con los cambios desde el punto de vista del entrenador y hacia dónde querían ir”.
“Ni bien inicio la temporada me mentalicé de que haría todo lo posible para poner mi cuerpo en buena forma y darme la mejor oportunidad de jugar”.
Ya sea en su provincia natal, Bay of Plenty, en el Bunnings NPC o en Nueva Zelanda, tenía la intención de disfrutar de su última temporada en este país.
“Resultó que logré participar en algunos partidos internacionales, lo cual fue muy especial y agradecí cada oportunidad que tuve”.
Cane dijo que empezó a jugar al rugby internacional cuando tenía 20 años y no sabía mucho, y ahora, con 32, siempre estuvo aprendiendo y evolucionando. Fue algo que disfrutó.
“El rugby es un buen maestro de vida y resiliencia”.
“A pesar de los altibajos, uno simplemente tiene que levantarse y seguir adelante. Todos esos desafíos diferentes han puesto a prueba mi resiliencia en varias ocasiones”.
“Pero he podido mantener las cosas en perspectiva y estoy agradecido por las oportunidades que me ha dado el rugby en la cancha, pero también por la oportunidad de crecer como hombre”.
Habiendo firmado para jugar durante tres años en Japón para el club Suntory, Cane sabe que el Test de Wellington también podría ser el último si no es seleccionado para la gira de noviembre de los All Blacks.
“No tengo expectativas. Ser un All Black durante tanto tiempo es un terreno bastante arriesgado en el que adentrarse, tener expectativas sobre el equipo y la camiseta es algo increíble. Nunca se da ni se promete nada, hay que ganárselo. Honestamente, no he pensado mucho en la gira de fin de año”.
“Si me eligen y ven valor en tenerme en el equipo, entonces me encantaría seguir representando a los All Blacks durante el resto del año, pero como dije, no tengo expectativas”.
Si es seleccionado para el test match de Wellington, está ansioso por poner fin a la falta de éxito en el SKY Stadium desde 2018. Dijo que ese problema no se había notado hasta que se habló de él en los medios a principios de año.
“Hemos tocado ese tema esta semana y estamos muy entusiasmados por la oportunidad de resolverlo y ofrecer un desempeño realmente impresionante del que podamos estar orgullosos”.
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