El entrenador de los All Blacks, Scott Robertson, afronta días de presión tras la histórica caída por 43-10 frente a Sudáfrica, la derrota más abultada sufrida por Nueva Zelanda en casa.
El técnico asumió la responsabilidad y aseguró que los aficionados “tienen razón en expresar su frustración”, subrayando que el equipo trabaja para “servir a su gente”.
Robertson reveló que lo primero tras el traspié fue analizar qué podría haber hecho mejor, antes de enfocarse en el plantel y el staff técnico. “Fue muy doloroso, lo hemos discutido y revisado con total honestidad. Ahora queremos usarlo como motivación”, explicó.
Los All Blacks ya se enfocan en el choque por la Bledisloe Cup 2025 ante Australia, en Eden Park, donde intentarán replicar la reacción que tuvieron en su última presentación tras caer ante Los Pumas.