Tras la final de la Copa del Mundo 2023 y la llegada de Scott Robertson al mando de los All Blacks, Richie Mo’unga decidió continuar su carrera en Japón, firmando un contrato por tres años con Toshiba Brave Lupus.
Con siete títulos de Super Rugby Pacific obtenidos con Crusaders, su ausencia se sintió en el seleccionado neozelandés durante el inicio del ciclo de Robertson.
Ahora, en la antesala del partido contra Argentina en Córdoba, el head coach confirmó que Mo’unga volverá a vestir de negro, algo que entusiasma a todo el rugby neozelandés.
“Estará presente en el Mundial. Ha servido a nuestro país durante mucho tiempo y volverá para hacerlo de nuevo”, aseguró.
El regreso de Mo’unga no pasa desapercibido para los otros dos aperturas de jerarquía que tiene el plantel: Damian McKenzie y Beauden Barrett.
Robertson fue claro al referirse a cómo tomaron la noticia: “Son grandes, conocen el juego. Eso es profesionalismo, estamos aquí para competir. La camiseta es más grande que todos. Todos saben que siempre se gana. Eso es lo emocionante”.
La decisión de reincorporar a Mo’unga está alineada con el Proyecto 4-4-4, el plan estratégico de Robertson para el próximo ciclo mundialista.
El objetivo es tener cuatro jugadores de calidad por puesto durante los próximos cuatro años, con la meta final de conquistar la cuarta Copa del Mundo para Nueva Zelanda en Australia 2027.
“Todos están muy, muy contentos. El rugby neozelandés está contento, en general, con su regreso a nuestro deporte”, subrayó el entrenador.
Los All Blacks debutarán en el Rugby Championship 2025 frente a Los Pumas este sábado en el Estadio Mario Alberto Kempes. Un partido que marcará el inicio de un nuevo capítulo para Mo’unga y un desafío clave para Robertson en su primer torneo completo al frente del equipo.