Una de las grandes leyendas de los Springboks, Schalk Burger, encendió las alarmas sobre el presente del seleccionado sudafricano. Según el ex tercera línea, la famosa estrategia del “Bomb Squad”, ese banco de suplentes diseñado para demoler rivales en el segundo tiempo, está perdiendo su efectividad debido a la plaga de lesiones y a las constantes rotaciones impuestas por el entrenador Rassie Erasmus.
En una charla en el podcast The Verdict junto a Jean de Villiers, Burger fue categórico: la presión sobre el XV titular es cada vez mayor porque el recambio ya no tiene el mismo impacto devastador.
Burger explicó que las bajas han golpeado duramente la profundidad del plantel, especialmente en la tercera línea. Nombres como Elrigh Louw, Juarno Augustus y Cameron Hanekom quedaron fuera del Rugby Championship, mientras que Jasper Wiese se ausentó en las primeras fechas. La situación se agravó con las ausencias de figuras como Siya Kolisi y Pieter-Steph du Toit y la baja de último momento de Jean-Luc du Preez.
Este escenario forzó a Erasmus a improvisar, utilizando a Kwagga Smith como octavo y desarrollando a Andre Esterhuizen como un “jugador híbrido” capaz de entrar desde el banco para cubrir un puesto en el pack de forwards.
“Creo que esto afecta más a nuestro ‘Bomb Squad'”, sentenció Burger. “No hemos tenido el mismo impacto desde el banco. Este fin de semana, Eben [Etzebeth] y Lood [de Jager] entraron y brillaron, pero Malcolm Marx jugó 78 minutos. No hemos visto eso con Rassie desde hace mucho tiempo”.
El excapitán se mostró sorprendido por la demora en las sustituciones frente a los Wallabies. “Pensamos que el Bomb Squad entraría temprano (…), pero se esperó hasta los 65 minutos. Se abandonó la idea de una sustitución masiva a los 45 minutos”.
Burger coincide con Eddie Jones, entrenador de Japón, en que los Springboks atraviesan un período de transición. Sin embargo, advierte que esta ampliación de la base de jugadores tiene un costo inmediato: la responsabilidad recae por completo en los que arrancan el partido.
“Nuestra profundidad en ataque está limitada. Estamos en una fase crítica”, afirmó. “Nuestra banca está al límite, y eso pone mucha presión sobre los titulares para que preparen el terreno y establezcan una buena plataforma”.
El ex hooker de los Boks, Hanyani Shimange, respaldó esta visión, agregando que la constante rotación impide que algunos jugadores clave sumen los minutos necesarios para alcanzar su mejor nivel.
“Después de Ox Nche, ¿quién puede hacer un scrum tan bueno como él? Si Malcolm Marx se lesiona, necesitamos que Bongi [Mbonambi] esté en forma”, reflexionó Shimange. “A jugadores como Marnus van der Merwe le falta rodaje internacional, se extraña a Frans Malherbe. Estamos buscando refuerzos, pero descubriremos mucho en el camino”.
A pesar de las dudas, Shimange cree que el núcleo del equipo para una hipotética final del mundo sigue estando claro, con nombres como Handre Pollard, Damian de Allende, Jesse Kriel y Cheslin Kolbe. El gran desafío, concluye, es que lleguen en su mejor forma. “Estos muchachos necesitan conseguir minutos, pero el camino a Nueva Zelanda es corto”.