El pilar de Inglaterra, Matt Stevens, se encontrará con sus viejos amigos y compañeros de equipo cuando se enfrente a Sudáfrica en la final del sábado.
PARÍS El pilar de Inglaterra, Matt Stevens, se encontrará con sus viejos amigos y compañeros de equipo cuando se enfrente a Sudáfrica en la final del sábado.
Stevens nació en Durban y estudió en el Kearnsey College donde jugó junto con un buen número de Springboks, antes de marcharse a Inglaterra y hacerse de un nombre en el club Bath.
"Jugaré con chicos con los que ya lo hice en la universidad, como Schalk Burger, BJ Botha o CJ van der Linde. Creo que no hay ninguno con el que no haya jugado antes", dijo Stevens.
Sin embargo y además de tener lazos con Sudáfrica (en los que se incluye parte de su familia, que aun vive allí), Stevens dijo que no había duda de su eligibilidad al confesar que: "Mi lealtad es hacia Inglaterra, pero es un gran honor jugar contra el equipo de la patria que me vio nacer".
Desde su debut con la camiseta blanca ante Nueva Zelanda en 2004, fue capaz de hacer cambiar de colores a varios de sus familiares que ahora apoyan a Inglaterra.
"No he tenido ningún lío familiar ya que son todos fans de Inglaterra, quizás uno o dos primos lejanos, pero la sangre es más espesa que el agua", contó de manera risueña.
De entrar desde el banco de suplentes en el Stade de France, como ya lo hizo en cuartos de final y semifinales, el jugador de 25 años se enfrentará contra el pilar sudafricano Os du Randt, quien era su ídolo de joven.
Du Randt jugará su segunda final de la IRB Copa Mundial de Rugby, 12 años después de ayudar a los Springboks a ganar la Copa Webb Ellis en su propia tierra.
"Es un jugador al que aprecio inmensamente. Es uno de los pilares del rugby moderno. Hace muchos tackles, es importante en los rucks y su manejo de pelota es muy bueno para ser primera línea, además de hacer un gran trabajo en el scrum", opinó Stevens.
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