La remontada en Townsville, con triunfo 28-24 tras revertir un déficit de 14 puntos, significó la tercera victoria en los últimos cuatro partidos para los Wallabies, incluyendo el resonante triunfo sobre Sudáfrica en Johannesburgo.
Ese envión ha generado un renovado respaldo popular, con entradas agotadas en el Allianz Stadium y cinco estadios llenos en los últimos ocho encuentros.
McDermott reconoció que el cierre contra Los Pumas tuvo un componente de fortuna, pero subrayó el trabajo detrás de ese desenlace: “Probablemente deberían haberlo cerrado y no lo hicieron, así que tuvimos suerte en cierto sentido, pero también creamos nuestra propia suerte y hemos trabajado muy duro esta semana”.
El medio scrum recordó la dura lección del 2023, cuando tras vencer a Argentina cayeron 67-27 en el siguiente partido: “No hay absolutamente ninguna complacencia desde nuestro punto de vista porque sabemos de primera mano lo bueno que es el equipo al que nos enfrentamos”.
Según McDermott, el entrenador neozelandés se mostró conforme con los resultados, pero no con el rendimiento: “Tenemos muchísimo trabajo por hacer… hemos tenido conversaciones sinceras sobre dónde debemos mejorar”.
El apoyo de la gente fue otro punto destacado por el jugador de los Reds: “Es fantástico ver camisetas doradas por todas partes. Normalmente, en Townsville son los Cowboys, pero el fin de semana fueron los Wallabies”.
Además de su rol como conductor, McDermott sorprendió jugando como wing en distintos pasajes por las lesiones de Harry Potter y Len Ikitau: “Soy un mariscal de campo en caso de emergencia, pero ha sido un rol que disfruté mucho”.