Pichot admitió que la serie en suelo sudafricano —que incluiría además cinco partidos de gira a mitad de semana— generará ingresos millonarios para los dos gigantes del hemisferio sur. Sin embargo, alertó sobre el impacto que tendrá en las otras uniones: “Las uniones toman decisiones egoístas, y se lo dije: fue una decisión egoísta. Probablemente esa estrategia a corto plazo, de ingresos miopes, repercuta en sus socios”, disparó.
El ex medio scrum, que en 2020 compitió por la presidencia de World Rugby frente a Bill Beaumont, lamentó la falta de avances en el crecimiento del deporte más allá de las potencias tradicionales: “Las reuniones del World Rugby están exactamente en la misma posición que cuando entré en 2015. Es aterrador, hablamos de los mismos planes que nunca se concretan. Es un déjà vu constante”.
Pichot aseguró que hoy su foco está en colaborar con la UAR y en impulsar el rugby sudamericano.
En relación al futuro de franquicias argentinas, Pichot fue categórico: descartó el regreso de los Jaguares al Super Rugby, recordando que el proyecto era económicamente insostenible.
“Ese barco ya pasó. No vamos a arriesgar a la UAR a una quiebra. Hoy el Super Rugby Américas es un reemplazo exitoso y debemos consolidarlo”.
El ex Puma también se refirió a la posibilidad de organizar una Copa del Mundo en Argentina: “Me encantaría que Argentina fuera sede, tenemos estadios y pasión de sobra, pero primero hay que resolver los problemas económicos del rugby. Veremos cómo resulta el Mundial en Estados Unidos; ojalá que Sudamérica esté en los planes en los próximos 10 años”.
Actualmente, Pichot reside en Shanghái, donde trabaja como director ejecutivo en Fortescue, aunque mantiene contacto frecuente con Felipe Contepomi y la actualidad de Los Pumas.
Sydney Morning Herald