El torneo de las Seis Naciones es una de esas citas en que todo el mundo, comulgue o no con este deporte, sabe que el espectáculo está garantizado. Primero, cuando eran cinco equipos: Inglaterra, Francia, Escocia, Gales e Irlanda. Y ahora, con la llegada de Italia.
Es uno de los grandes eventos a del deporte profesional a nivel mundial. En realidad ya lo era cuando los protagonistas eran amateurs y los equipos estaban formados por jugadores que trabajaban como comerciales, médicos, granjeros, abogados, profesores, industriales…
Sin perder del todo esa esencia deportiva, ahora el torneo también ha conseguido un impacto económico espectacular, del que se benefician los países que lo acogen y las ciudades donde se juegan los partidos: Cardiff, Dublín, Londres, Edimburgo, París y Roma.
En 2010, Mastercard publicó un estudio en el que se hablaba de dinero, del impacto que tiene el rugby a esos niveles sobre la economía de países con una gran tradición. Inglaterra, cuya federación de rugby es dueña del estadio de Twickenham, lidera la lista de ganancias con los 97,72 millones de euros que generó gracias al Torneo. Le sigue Irlanda, con 90,5 millones. Francia se sitúa tercera con 89,79 millones. Tras ellas aparecen País de Gales (80,16), Escocia (69,5) y finalmente Italia con 37,7. Un total de 465,1 millones.
Unas cifras que les permiten, en algunos casos como el inglés, disponer de dinero suficiente para pagar a los clubes por las ausencias de sus internacionales.
Ciudades beneficiadas
Esas cifras son a nivel de países. Si hablamos de ciudades míticas en el mundo del rugby, el dinero también fluye en abundancia. El año pasado, Dublín calculó que recibió 30 millones de euros gracias al torneo, mientras que Edimburgo se fue hasta los 36. El banco RBS (Royal Bank of Scotland), patrocinador oficial del Torneo, calculó en 2010 que el estadio Millenium de Cardiff recaudó un total de 24 millones de euros por los tres encuentros del torneo que Gales jugó en casa.
Ese estadio Millenium, situado en el mismo centro de la ciudad, es un amina. En 2007, después de siete años de explotación, había generado ¡730 millones de euros! El impacto anual del estadio se sitúa en torno a los 158 millones anuales y 2.500 puestos de trabajo. Acoge todo tipo de eventos, no sólo deportivos.
No hay que olvidar que en países como Gales, Escocia o Irlanda el rugby atrae un gran movimiento de personas de otras nacionalidades, lo que no sucede en París, Londres o Roma, ciudades con atractivos mucho más dispares
¿Por qué esa fiebre viajera? Por el ambiente que se vive en los pubs y, en los campos. También cuenta la relativa cercanía entre las ciudades, lo que invita a viajar. El 17 de marzo de 2012, cuando Gales consiguió su último ‘Grand Slam’ frente a Francia, los cálculos que realizó el ayuntamiento de Cardiff hablaban de un movimiento de 250.000 personas en sus calles. La capacidad del estadio se sitúa en las 74.500 personas. El retorno económica de todo ese movimiento se situó en los 12,1 millones de euros.
La cara oculta
A pesar de esa pujanza económica no se pueden obviar los problemas de otra índole que
Los nominados formarán parte de una lista de invitados brillantes en Mónaco, con generaciones de grandes jugadores de rugby e invitados especiales de la familia global del rugby....
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