Aprovechamos un break en la reunión que tuvieron todos los nutricionistas que colaboran con la UAR en todo el país para poder dialogar con Romina Garavaglia, Coordinadora Nacional de Nutrición de la UAR sobre su función y los planes estratégicos a futuro.
¿Cómo empezaste con la Nutrición de Alto Rendimiento? ¿Surgió espontáneamente o como una inquietud tuya?
Desde que empecé a estudiar la carrera sabía que quería dedicarme a la nutrición deportiva y no a otra cosa y fue un desafío porque en ese momento no estaba tan difundida en la Argentina. Mi ilusión era trabajar con el hockey, que era mi deporte de entonces, pero como mi marido (novio en ese momento, Gonzalo Santos, hoy PF de Los Pumas) jugaba en al rugby en un club, su entrenador me dio la oportunidad de empezar con él y de repente me encontré con una oportunidad maravillosa de poder trabajar con un público muy heterogéneo, con patrones muy diferentes en un mismo deporte (el pilar, el medioscrum, el fullback, el octavo) como ningún otro. Eso hizo que me interesara mucho más y desde ahí (eso fue en el año 2002) a hoy pasó mucha agua bajo el puente y aquello que era en su momento una novedad – trabajar con nutrición en el rugby a nivel equipo- hoy ya es una realidad y la nutrición forma parte indisoluble de lo que es el “entrenamiento invisible” para un jugador con proyección al Alto Rendimiento.
Ya tenías experiencia trabajando para otros deportes de alto rendimiento acá y fuera del país y también, para una unión provincial. ¿Cuál fue el desafío al trabajar en la UAR? ¿Por dónde hubo que empezar?
Las estrategias de intervención empiezan a cambiar cuando empezás a acumular la información necesaria para saber dónde estás al momento de arrancar. La educación es lo más básico, lo más importante y algo imprescindible para dar un puntapié en algo. Desde lo nutricional y para un deporte de competición de elite, el discurso no es “te ayudamos a bajar la panza”. No para el alto rendimiento, al menos. Acá se trabaja en estrategias de alimentación, con la nutrición como un herramienta de trabajo para que el deportista vea cómo es posible mejorar muchas cosas (cansarse menos, estar más fuerte, tener más velocidad, reacción, potencia y rendimiento en general) sabiendo y aprendiendo qué, cómo y cuándo ingerir determinados alimentos. Por eso siempre decimos que es imperioso diferenciar una “dieta” de un “plan de alimentación”. La dieta tiene reglas rígidas, estructuradas y tiene una fecha de vencimiento.
El Plan de alimentación, en cambio, es una educación alimentaria sostenible en el tiempo para mejorar rendimientos y calidad de vida. Y también hay algo primordial: Lo nutricional siempre es a largo plazo. Es como aprender un idioma: no se hace de un día para el otro. Requiere de tiempos de educación y aprendizaje extensos.
¿Un ejemplo? El hockey, que arrancó de cero en Brasil –y con quiénes tuve la oportunidad de trabajar- comenzó en 2005 la preparación para los JJOO del 2016, porque existía la chance de Río. Eso es una planificación bien a largo plazo. En la UAR hoy, ya estamos trabajando para el año que viene, ajustando, evaluando, viendo lo hecho en lo que va del 2014 y cómo vamos a terminar de ejecutar lo que ya estaba pautado para este año y además, coordinando el trabajo de los diferentes Pladares, Cedares y los otros Centros.
Esa es la idea de la reunión que estamos llevando a cabo: poder intercambiar opiniones, experiencias y datos para poder tener y seguir una misma línea de trabajo todos juntos a nivel país. Y la faena que se está haciendo hasta hoy ya se ve reflejada en las mejoras sustanciales que observamos en cada medición antropométrica que llevamos a cabo, con los patrones que ya tenemos armados para cada puesto específico.
¿Cómo es la estructura que tenés a cargo?
Yo dirijo el Área de Nutrición del Pladar Buenos Aires y a su vez coordino los otros 4 pladares (NOA, Centro, Cuyo, Litoral) y la idea es, con la incorporación de los Cedares y los otros centros de desarrollo, que en cada uno de ellos el trabajo del Área de Nutrición esté en perfecta sintonía con lo que ya venimos implementando en los otros. Para ellos se ha formado un gran equipo de trabajo que, desde cero, está intentando formar más recursos para seguir haciendo educación alimentaria a edades más tempranas. Por eso en los nuevos centros de desarrollo vamos a implementar los mismos planes de trabajo que ya hemos desarrollado exitosamente en los Pladares para que todos manejemos los mismos estándares.
¿Qué aspecto es el más relevante y sobre el que hay que hacer hincapié?
La educación. Por suerte en la Argentina, los deportistas que están en los Centros de Alto Rendimiento tienen la posibilidad de comer cuatro veces al día, todos los días. Eso, si lo hacen en la cantidad, calidad y proporción y distribución adecuada de los alimentos, van a conseguir una diferencia significativa en su composición corporal. Y van a favorecer a su entrenamiento visible y eso es parte del entrenamiento holístico de un atleta de alto rendimiento.
UAR
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