El Seleccionado Argentino, conducido por Daniel Hourcade, disputó su segundo amistoso frente a Estados Unidos en la ciudad de Salta. Fue triunfo albiceleste, el cual dejó alguna incertidumbre en cuanto al rendimiento del equipo con respecto al categórico 54 a 6 del miércoles próximo pasado.
La primera cara
Los Pumas mostraron dos caras en la linda tierra de Salta. Tuvieron un arranque demoledor y mostraron lo mejor en el primer partido ante los “yanquis” en el Jockey Club salteño. El contundente 56 a 6 inicial, fue una muestra de un arranque prometedor; no por el resultado abultado; si por lo mostrado desde las diferentes facetas como: la agresividad en el contacto, la defensa férrea y el control manual, como la verticalidad.
La segunda no fue la mejor
El segundo test, donde ganaron por un ajustado 28 a 23, fue todo lo contrario. Los Pumas mostraron una perfomance de funcionalidad chata, falta de conexión y errores de manejo. Además, fueron demasiado lentos y previsibles.
La previa hacia una copa del mundo hace que el desgaste físico sea mayor y ni que hablar del desgaste mental, que tiene en la sana competencia por ser un “pasajero mundialista”, la presión de mostrarse para poder llegar al objetivo: el Mundial de Inglaterra.
“Estuvimos cansados” dijo el tucumano Matías Orlando varios coincidieron con las misma frase. Seguramente la presión de no quedarse a fuera y de mostrarse, juega “un partido aparte” para estos jugadores.
El objetivo
Estados Unidos pasó de ser manejable a convertirse en un bloque difícil de romper. No por virtudes de los norteamericanos; si por falencias de los propios pumas que deberán corregir si pretenden seguir ajustando detalles para el gran objetivo mundialista.
Por Lorena Serrillo para CORDOBAXV
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