Después de terminar una irregular campaña en esta Copa Mundial de Rugby, la Azzurra hará foco en las nuevas generaciones para Japón 2019. El equipo conducido por el francés, Jacques Brunel, logró el pasaporte directo culminando en la tercera posición del Grupo D.
Italia terminó su recorrido por esta Rugby World Cup 2015 con una sonrisa después de la victoria ante Rumania 33-22 marcando 4 tries y garantizándose un lugar en la RWC 2019 a disputarse en Japón. Pero hay una realidad que marca que van a necesitar trabajar mucho en los próximos cuatro años, para mejorar lo hecho en un torneo del cual se despidió este domingo con un sabor agridulce.
El equipo conducido por el francés Jacques Brunel, debutó con una derrota ante Francia 32-10 aunque se tomó revancha en su segundo compromiso ante Canadá con una victoria por 23-18. Después perdieron un partido clave para mantener las chances de pasar a cuartos de final ante Irlanda 16-9, por lo que terminan una campaña con dos victorias y dos derrotas.
“Este año tuvimos algunas dificultades y obstáculos, perdimos varios partidos por una diferencia mínima”, contó Quintin Geldenhuys, quien capitaneó a su equipo ante Rumania. “Necesitamos ganar con consistencia, demostramos que una semana podemos ser muy buenos y otra muy malos”, confesó haciendo una severa autocrítica el fullback, Luke McLean.
Jóvenes promesas
Hay varias razones para mirar al horizonte y pensar en un futuro promisorio, sobre todo en una línea de backs muy joven con mucho futuro por delante. Edoardo Gori y Tommaso Benvenuti ya suman dos RWC con tan solo 25 años de edad, mientras que el apertura Tommaso Allan, el wing Leonardo Sarto y el centro Michele Campagnaro, todos con 22 años, mostraron sus potencialidades durante esta Copa Mundial de Rugby 2015.
El back con mayor experiencia es Andrea Masi que con sus 34 años de edad quedó afuera del primer partido por una lesión en el tendón de Aquiles y el otro jugador con una extensa trayectoria es el tercera línea y emblema, Mauro Bergamasco, que se retiró en Inglaterra. La sensación que se respira en el ambiente es que las nuevas generaciones de jugadores no pueden esperar para salir a escena.
“Haber participado de una RWC con una edad tan temprana los va a ayudar a madurar y esperemos que haya muchos de estos jugadores que lleguen en un nivel importante a su segunda o tercera competencia”, resaltó McLean.
“Si empezamos a jugar bien con la pelota en nuestras manos para moverla de un lado al otro y las cosas van bien, el entrenador nos dará más libertad para desempeñarte y sabrás a quién te estás enfrentando. Hoy (contra Rumania) y ante Irlanda, creo que intentamos mover la pelota de una manera bastante razonable”, explicó el fullback.
Larga espera para los Robles
Mientras que Italia mira hacia adelante pensando en el Seis Naciones 2016 a disputarse entre febrero y marzo del año próximo, Rumania tendrá que esperar mucho más para tantear su progreso enfrentando a naciones de Tier 1.
Después de derrotar a Canadá 17-15, deseaban subir otro escalón, pero se acordaron tarde marcando tres tries cuando Italia ya estaba lejos en el marcador. Soñaban con una clasificación directa que no pudieron conseguir.
“Estoy desilusionado por la forma en la que terminamos la Rugby World Cup porque tuvimos la chance de derrotar a un equipo del Tier 1 y no lo hicimos”, dijo el entrenador galés, Lynn Howells. Además, agregó que “para mi hicimos una buena campaña y espero que no tengamos que esperar cuatro años para enfrentar a una nación de Tier 1 de vuelta”.
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