Cuando el domingo pasado, quedaron definidos los cruces de los cuartos de final, los ocho equipos clasificados respiraron, pero hubo dos que además sonrieron: Escocia y Argentina.
PARÍS Cuando el domingo pasado, quedaron definidos los cruces de los cuartos de final, los ocho equipos clasificados respiraron, pero hubo dos que además sonrieron: Escocia y Argentina.
Ambos saben que ya cumplieron. Nadie apostaba con certeza sobre ellos en la primera ronda de clasificación, y con el solo hecho de haber pasado a la segunda fase, tienen sus conciencias tranquilas y disfrutando de un buen momento. Pero para ser honestos, la situación no los estanca, sino que también les sirve de incentivo, porque el sueño de una semifinal se puede cristalizar este domingo en el Stade de France.
Están 43 de los posibles 44 jugadores
Muchos dicen que Argentina y Escocia se parecen, más allá de que nunca se enfrentaron en una RWC. Argentina ganó su zona, que en la previa recibió el mote de ‘El Grupo de la Muerte’, y dejó en el camino nada menos que a Francia y a Irlanda. Mientras que Escocia, no pudo con Nueva Zelanda (como era de esperar), pero doblegó a Italia en la definición del grupo y no faltó a la cita de los cuartos de final, como en todas las ediciones de la RWC.
Lo cierto es que ambos entrenadores, tanto Loffreda por Argentina, como Hadden por Escocia, eligieron casi los mismo jugadores escogidos en sus últimas apariciones.
Apenas si, Argentina hizo un cambio entre los suplentes, donde Juan Manuel Leguizamón irán por Martín Durand, para romper a los 22 que figuraron ante Irlanda. En Escocia, el equipo será un espejo del que le ganó a Italia con el pie de Chris Paterson.
A la hora de las estrategias, los argumentos de ambos son válidos. Argentina sabe a lo que juega, con el pie de Hernández, una defensa incuestionable, el poderío histórico de sus forwards y la efectividad de sus backs a la hora necesaria. En Escocia no hay error más grande que reducir su rendimiento a la efectividad de sus pateadores. Chris Paterson y Dan Parks nunca fallaron en sus intentos a los palos, muchos de elloss gracias a los penales que fueron forzados por un esquema de juego que no busca otra cosa que eso: el error del rival. Con un gran line y buena defensa, el XV del Cardo es simple y ordenado, que no es poco.
La estadística
Por números, historial y estado de ánimo, Argentina aparece como favorita para este partido, aunque ambos se hayan empecinado en desmentirlo durante toda la semana previa.
Los Pumas no pierden ante Escocia desde 1990, cuando cayeron 49-3 en Murrayfield. Pero el recuerdo más cercano entre ambos fue el 23-19 en noviembre 2005 a favor de Los Pumas.
Argentina lleva cinco victorias consecutivas sobre el equipo europeo y ninguno de sus jugadores en el plantel de la RWC 2007 saben lo que es perder con Escocia. Pero hay un dato que no puede ser obviado: nunca se enfrentaron en una RWC, y eso es otra historia.
En Escocia, brilla por luz propia su eficacia a los palos: 20 sobre 20, entre penales y conversiones. En Argentina, su defensa: solo dos tries recibidos (ambos ante Irlanda, que necesitaba marcar cuatro para clasificar) en su in goal. Pero Los Pumas tienen un plus, son el único equipo que no ha recibido tarjetas ni amarillas ni rojas, en todo el torneo. Una disciplina que justifica los resultados.
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