Se mantienen las diferencias entre Buenos Aires y el interior y se postergó la reformadel estatuto de la UAR para acelerar la profesionalización de los Pumas; la IRB aguarda señales para aportar más dinero. Las disputas entre Buenos Aires y el interior se mantuvieron anoche. Las diferencias persisten y continúan demorando el cambio. Los dirigentes de las uniones de todo el país estarían de acuerdo en aprobar la reforma del estatuto de la Unión Argentina de Rugby (UAR) en los artículos que distanciaban a los Pumas del mundo profesional. Pero no así en los puntos que no formulan una modificación en el régimen de asignación de votos. De esta manera, se posterga aún más el camino para que el seleccionado esté habilitado a competir en un certamen rentado, como puede ser el Tri Nations.
La modificación del estatuto, además, permitiría aggiornar las estructuras de gobierno del organismo, que ahora podría estar habilitado a contar con un plantel de jugadores profesionales y un dirigente (gerente general) con un cargo pago.
Una vez que se ponga en marcha la reforma, la IRB aportaría más dinero para el desarrollo del rugby en nuestro país. La principal iniciativa sería la creación de cuatro centros de alto rendimiento en el interior.
Con consenso casi absoluto en lo relativo a la profesionalización de los Pumas, el nudo que resta por desatar es el deseo de las uniones del interior de cambiar el artículo 33, que tiene que ver con la distribución de los votos en las asambleas. Mediante un informe escrito que recibió vía fax LA NACION, las uniones del interior consideran "injusto y abusivo" el poder de Buenos Aires. En la actualidad, la URBA cuenta con el 47 por ciento de poder de voto (es así desde 1995). El interior anhelaba anoche reducir esa fortaleza (a un 23 por ciento, aproximadamente), con el cambio del régimen de asignación de votos vigente.
Desde temprano comenzaron las negociaciones para acercar las grandes diferencias que separan a los dirigentes de las entidades del interior con los de la de Buenos Aires. El presidente de la UAR, Porfirio Carreras, fue el nexo con el titular de la URBA, Néstor Galán, mientras que el vicepresidente primero, el tucumano José Taboada, dialogó con los miembros de las otras provincias. La mediación calmó los ánimos, pero no logró acercar las posiciones.
La asamblea extraordinaria comenzó a las 19 y tras dos horas y media de debate se llamó a un cuarto intermedio. Era tal el abismo que distanciaba a las posturas, que el dirigente Pablo Linares Luque, visiblemente cansado, se lamentó: "A esto todavía le queda para rato".
Durante el descanso se dividieron los dos grupos antagónicos para planear la estrategia a seguir y analizar una posible contrapropuesta. Cerca de las 22.45 se retomó el diálogo hasta la medianoche, pero sólo con la presencia de los representantes de Tucumán, Córdoba, Rosario y Mar del Plata, por el lado del interior, y los hombres fuertes de Buenos Aires acompañados por Carreras. Y a las 23.50 se reunió otra vez la asamblea con todos sus miembros, que finalmente no aprobó la reforma. Se convocaría un nuevo encuentro dentro de 40 días.
Existen motivos para modificar con urgencia los estatutos de la UAR. Los dirigentes argentinos, con Hugo Porta a la cabeza, deberán presentar el plan estratégico que adoptará la UAR en su camino hacia la profesionalización. La IRB dispuso dos fechas para escuchar la postura argentina: una mayo (a la cual ya es imposible de llegar) y la otra en noviembre.
Si la decisión continúa postergándose, las consecuencias económicas se lamentarán. A la Argentina, por ser miembro del Tier One (los diez mejores equipos del mundo) le correspondería recibir anualmente 2.700.000 libras esterlinas (5,5 millones de dólares). Pero al contar hasta ahora con una estructura amateur, la IRB la considera como un país en vías de desarrollo, al igual que Japón y Canadá. Catalogada así, la UAR percibe del organismo apenas 330.000 libras (680.000 dólares).
Si la IRB abre el grifo financiero, el dinero será destinado a la creación de cuatro centros de alto rendimiento. Además, con esa plata se podrá mantener a un plantel de jugadores profesionales.
* Porta esperaba en Dublín una solución
Hugo Porta, representante de la Argentina ante la IRB, aguardaba anoche en Dublín por una solución de la disputa entre la URBA y el interior para dar señales ante el organismo internacional.
Por Santiago Roccetti
De la Redacción de LA NACION