Algo está claro: el Super Rugby no se moverá de Buenos Aires. Unos de los pedidos de las uniones miembro de SANZAR fue acortar los viajes, y por eso no quieren sumar horas de vuelo por Argentina a partir de 2016.
A diferencia de lo que pasó en los primeros Rugby Championship donde jugaron en Mendoza, Rosario y La Plata, la UAR no podrá llevar los siete u ocho partidos de local a las provincias. “No se puede meter ni un minuto más de avión”, aseguró Agustín Pichot, hombre clave en las negociaciones con SANZAR para el ingreso al Super Rugby.
Dentro de los requerimientos también está la de jugar en un estadio con capacidad para 25 mil personas, pero la UAR está buscando alternativas porque no lo ven viable. La primera intención es que sea en un club preparado para la ocasión.
Por otra parte, si bien todavía falta para que el fixture esté listo, la propuesta es que no haya más de tres partidos como visitantes de forma consecutiva. La franquicia Argentina tendrá cinco partidos en Sudáfrica, y deberá viajar también a Australia o Nueva Zelanda, y todavía está pendiente saber cuál será la franquicia 18, y si ese duelo se juega de local o de visitante.
Por Patricio Connolly
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