Los jugadores rosarinos asumieron la caída en la definición del torneo de clubes más importante del país y coincidieron en que no afecta el gran presente de Duendes.
Las caras lógicas tras la derrota en la final, mostraban claramente el estado de ánimo de los jugadores de Duendes. “Lo más importante es seguir con el proceso que arrancó Duendes hace 15 años, siempre participando de las instancias decisivas de los distintos torneos. Las finales son partidos aparte”, afirmó Simón Boffelli.
“Hoy por momentos parecía que nos lo llevábamos y se lo terminaron llevando ellos, que son un gran equipo. Nosotros cometimos errores y algunas cosas no nos salieron”.
“Creo que el objetivo ya estaba logrado, no me consuelo con llegar a la final pero la realidad es que esta era la sexta final consecutiva que juega Duendes. Eso habla de que estamos haciendo bien las cosas. Somos un club de muy pocos socios del que todo el país está hablando” sostuvo con orgullo el segunda línea.
El octavo José Basso analizó la caída, destacando que “esperábamos que sea un partido intenso en todo sentido, desde el contacto hasta el juego. Creo que CUBA es un justo campeón, el resultado indica que el partido podría haber sido para cualquiera de los dos”.
“Este equipo de Duendes siempre quiere más pero cuando uno se pone a pensar en todo lo que conseguimos, desde 2006, son once, doce títulos de trece o catorce finales jugadas. Estoy muy orgulloso del equipo al que pertenezco y del papel que este equipo hizo en el Nacional de Clubes”, finalizó.
UAR
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