Francia podrá volver feliz a París ya que se aseguró su lugar en las semifinales tras vencer a los All Blacks 20-18 en el Millennium StadLos franceses se quedaron con un emocionante partidoium de Cardiff.
Francia podrá volver feliz a París ya que se aseguró su lugar en las semifinales tras vencer a los All Blacks 20-18 en el Millennium Stadium de Cardiff. Los franceses se quedaron con un emocionante partido que no se definió hasta los minutos finales y ahora emprenden el feliz regreso a casa.
Nueva Zelanda dominó claramente el primer tiempo ya que tuvo más posesión, tanto de pelota como de territorio, que su rival. Fruto de esto mantuvo a Francia alejado de su ingoal y pudo crear jugadas de riesgo y sacar diferencias en el marcador.
La seguridad de Leon Mac Donald en el fondo y la potencia y habilidad para romper por el centro de la defensa de Luke Mc Alister, fueron determinantes, al igual que la puntería de Daniel Carter.
Francia sólo pudo en esta etapa defender a puro tackle y solo se animó a jugar en los últimos minutos ya que sus pateadores no estaban precisos a los palos y no encontraron manera de sumar.
El 13-3 parcial para los neozelandeces fue justo, ya que un equipo tuvo ganas y otro no hizo demasiado como para que la historia fuera diferente.
Se despertó Francia
La segunda etapa fue muy diferente a la primera. Francia cambió la actitud y por eso desde el inicio se supo que las cosas no se iban a repetir como en la primera parte.
Este segundo tiempo tuvo un momento clave en su comienzo cuando el neozelandés Luke Mc Alister fue amonestado. Durante su ausencia el equipo perdió una gran oportunidad de try cuando tras 13 fases, un mal pase lo dejó sin nada.
Francia, en cambio, aprovechó su única oportunidad cerca del ingoal rival y llegó al try por medio de Thierry Dusautoir. Posterior conversión de Beauxis y el partido quedó 13-13.
Pura emoción
A partir de allí, el partido ganó en emotividad. No fue mejor en cuanto al nivel del rugby que se vio, porque hubo muchas fallas en la defensa de ambos equipos. Pero gracias a ello el partido se abrió y llegaron los tries que modificaron una y otra vez el marcador. Primero fue So´oialo para los All Blacks y luego Jauzion para Francia.
Con los franceses ganando 20 a 18, a Nueva Zelanda no le quedó otro camino que ir en busca del partido. Tuvo la pelota, tuvo la posesión pero no las ideas para variar sus ataques.
Los franceses fueron una pared contra la que chocaron una y otra vez los All Blacks. Nada pudieron hacer contra la asfixiante presión defensiva y la correcta disciplina de Francia que no concedió el penal que buscaron los neozelandeses para dar vuelta el marcador.
Francia festeja y ya piensa en Inglaterra, rival de las semifinales. Mientras que Nueva Zelanda emprende el regreso a casa, con el triste récord de haber quedado afuera por primera vez en cuartos de final en la historia de la RWC:
irb.com