Sin temor a cometer un error, fue el día más emotivo de sus vidas. Los cánticos resonaban por los pasillos del Stade de France. Bombo, abrazos, sonrisas y lágrimas, fueron el cóctel que se adueñó del espíritu Puma tras vencer a Escocia.
PARÍS – Sin temor a cometer un error, fue el día más emotivo de sus vidas. Los cánticos resonaban por los pasillos del Stade de France. Bombo, abrazos, sonrisas y lágrimas, fueron el cóctel que se adueñó del espíritu Puma tras vencer a Escocia y pasar por primera vez en su historia a una semifinal de la IRB Copa Mundial de Rugby.
Es una locura. Cuándo vemos a los tipos experimentados como Agustín (Pichot), Mario (Ledesma) o Chalo (Gonzalo Longo Elía), llorando en el vestuario, te das cuenta de lo que está sucediendo. Estamos entre los mejores cuatro equipos del mundo. El resumen de Juan Martín Fernández Lobbe es preciso. Los Pumas viven un sueño, que de tan grande, se hace difícil de entender.
Todo es posible
Desde que comenzó la Copa de Mundo 2007, justamente Argentina marcaría el camino, en un torneo marcado por lo impredecible. El 7 de septiembre, en el partido inaugural, Los Pumas vencieron a Francia, el país organizador y uno de los favoritos. El mundo abrió los ojos, ante un hecho que no sería aislado.
Después vino el soberbio 36-0 de Sudáfrica, sobre el último campeón del mundo, Inglaterra. Para entonces, las potencias empezaban a preocuparse. Había llegado el momento de cambiar el orden establecido. Así, lo entendió también Tonga, cuando le ganó a Samoa y luego peleó palmo a palmo la clasificación ante la Rosa inglesa.
Pero lo más jugoso aún estaba por venir. En cuartos de final, Australia y Nueva Zelanda tuvieron que hacer sus valijas, porque Inglaterra y Francia dieron dos batacazos más.
Las cartas están echadas, y la llave entre Argentina y Sudáfrica tiene lógica, en una victoria de los Springobks, pero poco vale en un Mundial donde la lógica quedó como una anécdota.
Lo cierto es que la final de la IRB Copa Mundial de Rugby, será un choque que decidirá que parte del mundo domina el deporte ovalado. El Hemisferio Sur buscará su candidato entre Argentina y Sudáfrica, mientras que el Norte lo hará con Francia e Inglaterra.
No tan distintos
Los cuartos de final no fueron partidos vistosos. De hecho, tuvieron más connotaciones emotivas que riqueza técnica. Tal vez, fue Fiji en su derrota ante Sudáfrica, quien se salió un poco de los esquemas, pero los otros equipos apostaron al resultado sobre el juego vistoso.
El recurso de la patada arriba (up and under), entre los backs, y la continuadad en las formaciones móviles (pick and go), estuvieron a la orden del día. Argentina lo usó en cada uno de sus partidos, en mayor o menor medida, y siempre le dio resultado. Todos lo conocen, pero nadie lo puede solucionar. ¿Por qué cambiarlo, entonces?
Pero seguramente, Los Pumas necesitarán más que eso para vencer a Sudáfrica. ¿Alcanzará con un buen día a los palos de Felipe Contepomi, con una noche inspirada de Juan Martín Hernández, con la garra y el corazón Puma, con el romanticismo, con el amateurismo del corazón?. Tal vez no, pero soñar con ello tiene un sabor muy especial en una Copa que abunda en imposibles hechos realidad.
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