La mitad más joven del primer dúo padre e hijo que juega para Canadá, nunca vio jugar a su padre y nada le gustaría más que ver ese sueño cumplido.
BURDEOS La mitad más joven del primer dúo padre e hijo que juega para Canadá, nunca vio jugar a su padre y nada le gustaría más que ver ese sueño cumplido.
"Si alguien tiene alguna filmación, por favor llámeme", dijo el apertura Nathan Hirayama sobre su padre, Gary, un número 10 que disputó 12 partidos internacionales para Canadá en los 80 y en el primer equipo de seven en jugar en Hong Kong, en 1980.
Nathan Hirayama es el jugador más joven que juega para Canadá, ya que hizo su primera aparición a los 19 años, 2 meses y dos días ante Nueva Zelanda Maori en la Copa Churchil en mayo del 2007. Hirayama jugó para el seven canadiense en la etapa de Dubai del IRB Circuito Mundial de Seven cuando tenía apenas 18 años, en diciembre de 2006, y capitaneó a su país hacia la final del IRB Campeonato Mundial M-19 División B en Belfast, Irlanda del Norte, en abril.
Una nueva experiencia para la joven estrella
"Ser parte de este equipo es realmente diferente a ser parte de cualquier otro equipo que haya integrado", dijo Hirayama. "Es impresionante jugar con estos jugadores. Conocía algunos nombres dentro del equipo, pero es algo realmente distinto estar entre ellos". El entrenador de Canadá, Ric Suggitt, tomó por sorpresa a algunos cuando nombró a Hirayama dentro del plantel para la RWC 2007, después de su impresionante actuación en el torneo IRB América del Norte 4. El joven inicialmente estuvo fuera, pero fue llamado luego cuando el pilar Kevin Tkachuk fue descartado del torneo por una lesión.
Le preguntaron a Hirayama quién estaba más orgulloso, él o su padre, cuando fue convocado para sumarse al plantel para Francia. "Pienso que los dos estuvimos bastante contentos. El jugó para Canadá anteriormente pero nunca me presionó para jugar", dijo Hirayama, quien de niño creció cerca de Vancouver y jugó hockey sobre hielo, baloncesto, fútbol y beisbol junto con rugby.
"Obviamente me apoyó cuando jugaba y miraba mis partidos y sí sentía que había algo para decir, me daba su consejo".
El futuro de Canadá en buenas manos
Hirayama no jugó en la derrota ante Gales por 42-17 en la apertura de la Zona B de la IRB Copa Mundial de Rugby 2007, el domingo en Nantes, y es incierto cuanta acción podrá tener en este torneo.
De todas maneras, Suggitt sabe que Hirayama tiene un futuro brillante y tendrá mas copas mundiales por jugar y le gustaría ver al preciado joven jugar profesionalmente en Europa algún día. "Sería bueno para él", comentó Suggitt. "Necesitamos tener más jugadores en Europa". Ese paso en su carrera es música en los oídos de Hirayama.
"Es una oportunidad que me encantaría tener", dijo.
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