Esta semana recibimos una Carta de Lectores de Daniel Hourcade, quien actualmente trabaja con los Lobos portugueses y fue técnico del seven de Los Pumas.
Esta semana recibimos una Carta de Lectores de Daniel Hourcade, quien actualmente trabaja con los Lobos portugueses y fue técnico del seleccionado argentino de seven en sus épocas de gloria. En su envío, el DT amplia los detalles de la crisis por la que está atravesando el juego de siete hombres en la Argentina.Ya lo sabés, en Rugby Fun tenés voz y voto.
Señores de Rugby Fun:
Soy Daniel Hourcade, entrenador de rugby, y fui parte del equipo de entrenadores del seven argentino durante trestemporadas (2001-2004).
Actualmente me encuentro entrenando en Portugal y, después de leer algunos comentarios sobre lo que le ocurre al seven argentino, sentí la necesidad de escribir y hacer algunos comentarios, ya que sigo muy de cerca lo que pasa con el rugby de mi país.
Tengo contacto permanente con jugadores y entrenadores y también me cruzo con el seven de la Argentina en los torneos del Circuíto Mundial, ya que soy entrenador del seven de Portugal.
Es lamentable lo que está ocurriendo con el seven argentino, proque mucho se trabajó para mejorar y obtener un nivel similar al de las potencias en esta modalidad. Es increíble ver cómo un trabajo de tantos años y esfuerzos se vio"destruído" en tan poco tiempo y aquí viene la primera reflexión:
¿Es culpa de los entrenadores y jugadores lo que está pasando? Absolutamente no. Son los dirigentes quienes, evidentemente, no hacen bien las cosas y desvalorizan o no le dan el lugar que merece esta modalidad, fundamental para el desarrollo individual de jugadores con potencial internacional para el juego de XV.
Hay quienes creen que esta modalidad "no es rugby" y ahí comienza el error. Con sólo mirar estadísticas de los jugadores que están en los Pumas XV (o de otras potencialas) y que pasaron primero por el seven, se detecta la importancia que éste tiene. Desde "descuidar" detalles (pequeños o no) para el buen desempeño del equipo, hasta tomar decisiones increíbles como sacarles a los jugadores el viático que proporciona la organización del seven de Honk Kong, o sea, no es dinero que dio la UAR sino dinero que da la organización del torneo para los jugadores y entrenadores participantes.
En definitiva, les quitaron un dinero que no se lo proporcionaron ellos. Estos son hechos que desestabilizaron el desempeño que en los últimos años lograron los Pumas Seven y estas decisiones pasaron exclusivamente por las manos de los dirigentes y no de jugadores y entrenadores, cuya capacidad e ideoneidad fueron muchas veces comprobadas: mismos nombres, diferentes resultados.
También es justo reconocer que no todo lo que manifestaron jugadores y algunos entrenadores es cierto o exacto. Por ejemplo, se manifestó la "necesidad" de mantener un mismo entrenador para todos los torneos del Circuito y se dijo que esto fue corregido en la temporada 2004/2005 por Ricardo Paganini. En realidad, el mejor resultado de siempre (3er. puesto) fue conseguido en la temporada 2003/2004, en donde se rotaban los técnico (fui parte de esos entrenadores juntamente con Hernán Rouco Oliva y Pedro Baraldi), e incluso en la temporada 2004/2005 (se consiguió el 5to. lugar), también hubo rotación de entrenadores (Rouco y Baraldi estuivieron en Los Angeles cuando se logró la primera medalla de Oro de siempre para la Argentina). Lo que ocurre es que nuestro país posee una estructura amateur, en consecuencia es impensable que un solo entrenador esté a cargo del equipo (son ocho torneos que demandan más de dos meses de estar fuera del país, sin considerar el tiempo que se necesita para la preparación del equipo), porque si así se hiciese, esto quedaría limitado a personas "desocupadas" o sin problemas económicos en su vida privada, lo cual, de alguna manera, discriminaría a algunos candidatos a entrenar y, partiendo de la misma premisa que la de los jugadores (trampolín para otros, desafíos mayores), sería un error grande.
Ahora, si la estructura fuera profesional (lo ideal), en ese caso estoy totalmente de acuerdo. Tal como es con la modalidad de XV, donde los entrenadores son compensados económicamente por su dedicación.
También me parece justo aclarar que la estructura que llevó al seven argentino a los primeros lugares en el circuito, fue elaborada y llevaba a cabo por un grupo de personas, encabezadas por el Dr. Ricardo Paganini, donde el Sr. Hernán Rouco Oliva fue también parte (gran aporte, sin dudas), al igual que los actuales entrenadores del seven (Scossería, Baraldi y Aprea), preparadores físicos (Ruiz y los que proporcionaban ocasionalmente
las Uniones donde se realizaban los triales), coachins nacionales (Milano, Graco y Pérez), dirigentes (Perazzo y Setien) y otras personas que por uno u otro motivo hoy ya no se encuentran dentro del staff (Caldo, Romero, Albarracín).
No fue el proyecto de "una" persona sino de un grupo con el apoyo serio y responsable de la dirigencia. Cabe aclarar que "presupuesto" para el seven no había (o era muy limitado), pero la estructura montada tenía previsto esta situación y se potenció la "imaginación" para llegar a buen puerto.
Aquí, el valiosísimo apoyo de algunas Uniones fue fundamental. Se conseguía poner dos equipos "Pumas" dentro de torneos organizados por esas Uniones, lo que valorizaba y jerarquizaba el torneo, y el costo para la UAR era "0"; todo corría a cargo de la Unión organizadora. Con estos torneos, el grupo de trabajo designado para el Seven tenía la posibilidad de ver una cantidad suficiente de jugadores para su real evaluación (no tengo los números exactos pero creo que fueron más de 150 jugadores vistos y evaluados en esas competencias), lo que minimizaba la posibilidad de errores (aunque ciertamente los había).
En conclusión, con un trabajo serio y organizado, con un grupo de trabajo bien constituído (personas capaces sobran en la Argentina), pero fundamentalmente, con el apoyo cierto y necesario de la dirigencia, se puede, cuando se desacredita algo por el motivo que fuera, se cometen errores, creo que el rugby argentino es marca registrada en el mundo, en cualquier modalidad. No es posible que hoy el seven esté en el lugar que se encuentra sólo por la falta de "atención" de los dirigentes de turno. Ellos están de paso, el juego trasciende, hay que reflexionar y hacer mucha más utocrítica, algo que sigue faltando en nuestro deporte.
Atentamente.
Daniel Hourcade