Murió un rugbier de 18 años. Se llamaba Alvaro Costa y jugaba en el SIC. Tuvo un paro cardiorrespiratorio, tras haber sido atendido en un sanatorio de San Isidro por malestares sufridos después de un partido oficial ante Regatas en la categoría Menores de 19 años. Murió un rugbier de 18 años. Se llamaba Alvaro Costa y jugaba en el SIC. Tuvo un paro cardiorrespiratorio, tras haber sido atendido en un sanatorio de San Isidro por malestares sufridos después de un partido oficial ante Regatas en la categoría Menores de 19 años. La autopsia indicó que tenía el corazón agrandado y que el cuerpo no presentaba golpes. La URBA había informado que el joven tenía "el APTO médico obligatorio".
Alvaro Costa tenía 18 años, jugaba al rugby en el San Isidro Club (SIC) y murió esta madrugada rumbo a un hospital de San Isidro, donde horas antes había sido atendido por malestares sufridos durante un partido oficial disputado anoche en el anexo del SIC, ante Regatas en la categoría Menores de 19 B1. Pero no sólo conmociona su inesperada muerte sino los resultados de la autopsia que, según revelaron fuentes judiciales a Clarín, muestran que Costa tenía el corazón agrandado y no tenía golpes.
Así se comunicó esta tarde desde el Cuerpo Médico Forense de San Isidro. En el informe además se habla de una "broncoaspiración por vómito". Más temprano, la URBA había confirmado que Costa tenía "el APTO médico obligatorio".
"Lamentamos profundamente el deceso del jugador Alvaro Costa, ocurrido en la madrugada del jueves 6 de noviembre", comienza el comunicado emitido por el club a través de su página de Internet. Y asegura que durante el partido "no se registró, ni por los responsables de la división, ni por el cuerpo médico, ningún hecho que requiriese atención médica". Además, relata que "luego de presenciar el partido siguiente y participar del tercer tiempo, se retiró por sus propios medios a su domicilio particular".
Cuando se fue del club, Alvaro se sintió mal y se hizo atender en el sanatorio San Lucas de San Isidro, donde le realizaron estudios y le dieron el alta. Entonces regresó a su casa y se fue a dormir, pero durante la madrugada se despertó con muchos dolores y sus familiares llamaron a una ambulancia que lo trasladó rumbo al mismo hospital. En el trayecto, falleció.
También la Unión de Rugby de Buenos Aires lamentó, a través de un comunicado, la muerte de Alvaro. Y confirmó que "el jugador contaba con el APTO médico obligatorio que se exige en el inicio de la temporada para autorizar a los jugadores a realizar la práctica deportiva".
Efectivos de la comisaría de San Fernando dieron intervención a la Justicia, donde se calificó el hecho como "averiguación causales de muerte".
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