Quince días después de tocar el cielo con las manos, Pablo Matera cayó del lado más oscuro de su carrera rugbística. De ser el capitán de los Pumas en la primera victoria en la historia ante Nueva Zelanda a verse expuesto por pecados de juventud. Una jugada maliciosa reveló tuits racistas de cuando tenía 18 años y Matera quedó en el ojo de la tormenta. La acción infantil le costó perderse el último partido de aquel Rugby Championship de noviembre de 2020, la capitanía del seleccionado, su lugar en Stade Français y el oprobio de muchos argentinos. Pidió perdón en un par de entrevistas con la prensa francesa, pero desde entonces nunca había tocado el tema con los medios argentinos.
La presentación de la camiseta de los Pumas para Francia 2023 en el Regimiento de Granaderos a Caballo, el miércoles pasado, marcó el reencuentro de casi la totalidad del plantel de 48 preseleccionado para emprender el desafío mundialista. Esto ocurrirá de hecho este domingo, cuando partan rumbo a Mendoza para el primer compromiso del año, el próximo sábado ante los All Blacks. Matera fue uno de los encargados de posar con la flamante indumentaria y habló con LA NACION de cómo atravesó estos últimos años y cómo llega a la gran cita.
“Estoy muy bien. Me siento un privilegiado de jugar en los Pumas y representar a mi país”, dijo. “Siempre hay años convulsionados. Busco siempre mirar para adelante, busco siempre mejorar. hay un montón de adversidades que aparecen en el camino, pero yo sé que lo quiero es estar acá, es lo que me hace feliz. Es para lo que me levanto todos los días. Cuando tengo muy claro el norte, cualquier cosa que pase en el camino es más fácil seguir adelante.”
–¿Cómo viviste ese momento en que se revelaron los tuits y perdiste la capitanía? ¿Llegaste a dudar de ese norte?
–Realmente, no. Mi norte fue siempre el mismo. El amor que siento por esta camiseta va más allá de todo. Obviamente que hay días más difíciles que otros, hay años más difíciles que otros. Pero yo elegí para mi vida competir por un lugar en este equipo y es algo que quiero seguir haciendo.
Aquel pedido de perdón
El 28 de noviembre de 2020, en una clara maniobra por desprestigiar el rugby argentino luego de que no se homenajeará a Maradona tras su muerte, salieron a la luz tuits de tinte racista que Pablo Matera había escrito en 2011 y 2012. La UAR lo suspendió, le retiró la capitanía y el jugador y hasta su familia se convirtieron en blanco de improperios. “Solo me gustaría pedir perdón. Solo quiero que sepan que hoy no me refiero a ninguna de estas palabras, que no representan mis valores de ninguna manera”, dijo más tarde en una entrevista a L’Equipe. “Sentí vergüenza. No podía imaginar que los había escrito yo. Mi madre recibió muchos mensajes, mi esposa también en las redes sociales con fotos de mi hijo. Eso es lo que más me hizo sufrir.”
En la temporada siguiente, Matera pasó de Stade Français, uno de los clubes más poderosos de Europa, a Crusaders, el máximo campeón de Nueva Zelanda, pero sin la exposición y las presiones del Top 14 de Francia. Titular en otra conquista del Super Rugby por parte del equipo de Christchurch, Matera se reencontró con su mejor versión adentro de la cancha. Al final de la temporada, no obstante, eligió otro camino: Honda Heat, de la segunda división de la liga de Japón.
“Fue difícil dejar Nueva Zelanda. Es el lugar en el cual pasé mi mejor experiencia de rugby en el mundo”, confiesa el tercera línea surgido de Alumni. “Pero mirando cómo fue mi Mundial 2019 y cómo había sido mi año, me hubiese gustado llegar con menos partidos, priorizando el Mundial y no Jaguares. Tuvimos un año impresionante, pero realmente no creo que hayamos priorizado algo, sino que fuimos a fondo en los dos torneos. Este año me pareció oportuno priorizar el Mundial y Japón, por cómo es la temporada, por cómo es el calendario, me pareció el mejor lugar para estar.”
A los 29 años, Matera se apresta a disputar su tercer Mundial. Hizo su gran aparición como titular en Inglaterra 2015, donde contribuyó a meter a los Pumas en semifinales por segunda vez en su historia, y fue el capitán en el fallido experimento de 2019, cuando ni él ni el equipo rindieron a la altura de sus posibilidades. “Creo que las lecciones fueron varias”, acepta Pablo. “Perder un Mundial duele mucho y uno tiene que elegir qué hace con ese dolor. Fueron un montón de charlas que tuvimos que tener, estar pensando cosas que tendríamos que haber hecho mejor. Hubo mucha autocrítica, principalmente el grupo de liderazgo. Hoy en día sabemos que lo peor que nos puede pasar es irnos en primera ronda y lo peor lo hemos pasado. No queremos que nos vuelva a pasar. Me parece que ese es un gran aprendizaje que sacamos del Mundial pasado.”
Con la experiencia de lo que pasó en Japón 2019, habiendo dado vuelta la página del escándalo de los tuits, con el indulto de la UAR que le permitió recuperar, al menos de manera transitoria, la capitanía (la cinta sigue siendo de Julián Montoya pero Matera es uno de los subcapitanes) y, sobre todo, con un equipo que mostró avales como para llegar lejos, Francia 2023 está en el sueño de todos los jugadores argentinos.
“Algo que me gustaría, si me toca ir, es poder disfrutarlo”, dice Matera. “Mirándolo de lejos, Japón 2019 fue un Mundial increíble, pero no lo supe disfrutar. Por la presión que había, por lo que significaba para mí ese Mundial, por las expectativas que tenía que eran muy, muy altas. Realmente no lo supe disfrutar. Hoy un aprendizaje que tomo es que quiero ir a disfrutar el Mundial. Si me toca ir quiero ir a disfrutar cada momento con el equipo, sabiendo que va a haber mucha gente apoyándonos y un montón de gente viendo los partidos, en los cuales tengo la posibilidad de transmitir algo. Realmente quiero ir a aprovecharlo y realmente sé que si voy a disfrutarlo, también me va a ir mejor.”
¿Hasta dónde pueden llegar los Pumas?
“Nos venimos preparando para tener éxito. Eso es lo principal”, responde Matera. “No tenemos pensado un objetivo final, sino que queremos hacer todo lo que esté en nuestras manos para tener éxito. Creo que la forma en que nos estamos preparando es excelente, no hay nada que nos podamos reprochar. Todavía falta. Si bien no son muchos días, todavía hay algunos desafíos y un camino largo para llegar al Mundial, y estoy seguro que vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para ser el mejor equipo que podamos ser.”
Por Alejo Miranda
Créditos: Santiago Filipuzzi (Diario La Nación)
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