Sebastián Ponce sólo sueña en naranja. El fullback fue convocado para integrar la selección tucumana. Desea llenar los clubes de chicos para que no se pierdan en la televisión o en los cyber.
Después de un año 2006 de grandes triunfos, para Sebastián Ponce llegó lo que tanto esperaba. La verdad, esto es un sueño. Me toque o no entrar el sábado a la cancha, el que me hayan convocado para integrar la Selección ya es importante. Es lo que sueña todo jugador de rugby y más aquí en la provincia. Es lo máximo, expresó entusiasmado el joven jugador de Tucumán Rugby.
Sebastián se integró sin problemas a un plantel que tiene historia: Los más viejos te hacen sentir muy bien. Rescato de ellos que, antes que nada, son un gran grupo, que se entrena y juega con humildad, que respeta a sus rivales y sale pensando en hacer un buen papel y en ganar siempre. No sé si traigo sangre nueva, sé que cada uno aporta lo que tiene, da lo mejor de sí, comentó feliz.
Consultado sobre su rol dentro de la cancha, el fullback declaró que piensa sólo en el equipo. Tucumán jugó siempre con un pack de forwards muy fuerte, lo que lleva a los rivales a querer atacarnos por afuera. Ahí vamos nosotros, tenemos que ser implacables en el tackle, que es nuestra mejor arma defensiva. Con unos forwards que van para adelante, cuando salga la pelota, los tres cuartos estaremos bien parados, dispuestos a lanzarnos al ataque; no se nos puede caer una sola pelota, tenemos que ser perfectos, indicó, antes de lanzar la invitación: me gustaría que la gente vaya masivamente a alentarnos este sábado.
A pesar de su juventud, Ponce habla de su futuro con mucha seguridad. Yo apunto a hacer muchos amigos, y dejarlo todo cuando entre a una cancha. Es un orgullo formar parte de este grupo. Quiero jugar todo lo que pueda y después devolver como dirigente, como técnico, como lo que sea, todo lo que mi club y el rugby me dieron. Además quiero que los clubes se llenen de chicos, para que no se pierdan en la televisión o en los cyber. El deporte forma, da valores, ayuda a organizarse, a vivir mejor, a pensar en grupo. El rugby es una forma de vida, concluyó.
Sangre nueva, tras la vieja mística
Sebastián ahora piensa en Salta, el próximo rival, pero su rostro se enciende cuando habla de la historia naranja: este grupo viene trabajando hace varios años; salió campeón y recuperó la mística de Tucumán: scrum para adelante, mucho tackle, vehemencia para jugar, mucho corazón. Y los que llegamos tenemos que tratar de incorporar todo eso lo más rápido posible, destacó.
Radiografía
Juega desde los 8 años en Tucumán Rugby, club con el que fue campeón en 2006.
Integró los seleccionados juveniles tucumanos sub 18, sub 20, sub 23 y el combinado mayor en 2004. Jugó en Los Pumitas en2003 e integró el plantel de Argentina 7, en Rafaela, el año pasado.
Es hijo de Guillermo Ponce y Silvia Belarde. Hermano de Belén y de Mariano. Cursa el último año de la Licenciatura en Economía, en la UNT.
Por Tomás Gray (La Gaceta)