No solamente el fútbol y el basket tienen equipos denominados “Dream Team”. El rugby también se suma como otra disciplina deportiva que tiene su equipo de estrellas denominado Barbarians.
Todo empezó en el Leuchters Restaurant de Bradford (Inglaterra). Allí, una noche de 1890, William Percy Carpmael, inquieto porque la temporada acababa en marzo y los meses posteriores se hacían largos, tuvo la idea de reunir a otros jugadores de rugby para seguir en activo y disputar partidos fuera de competición.
Ése fue el germen de los Barbarians, el mítico club de rugby que, 117 años después de su fundación, sigue despertando respeto, admiración, orgullo, valores muy ligados a este deporte.
No tiene instalaciones ni campo propios, pero es el club de rugby más famoso. Buen nivel deportivo y buen comportamiento dentro y fuera del campo son los únicos requisitos para que un jugador sea invitado a vestir la mítica camiseta de rayas negras y blancas. Los mejores del mundo han atendido, atienden y atenderán la llamada de los Barbarians, el equipo que une rivales de varios países para jugar juntos unos partidos cada año, un ‘Dream Team’ del rugby por calidad pero sobre todo por tradición y abolengo. Unos 3.000 jugadores de una treintena de países todos miembros del club de por vida han sudado la camiseta tradicional.
Jugar con los Barbarians es uno de los honores más grandes para un jugador. Es el espíritu del rugby por el placer de jugar. Jugar aquel partido fue maravilloso, una experiencia increíble, más con una causa tan bonita como aquélla. Aquel día teníamos la regla de no patear y jugar siempre de manos, lo que nos cansó bastante. Cuando hacen su gira, hay de todo, pero aquella vez se reunió una de las mejores selecciones, recuerda Ripol, jugador de los Sale Sharks, con quienes ganó el año pasado la Liga Inglesa.
Los Baas-Baas, su apodo, poseen triunfos sobre todas las grandes selecciones del mundo. Una de las más recordadas ocurrió en 1973, ante los ‘All Blacks’ en Cardiff Arms Park (23-11). Aquel día, el galés Gareth Edwards consiguió el que está considerado como el mejor try de la historia. El irlandés A. J. F. O’Reilly posee el récord de partidos (30) y tries (38) con los Barbarians. Desde Carpmael hasta Micky Steele-Bodger, en el cargo desde 1988, el club sólo ha tenido seis presidentes, ayudado actualmente por un secretario, un tesorero y un comité de ocho miembros, la estructura del club.
El misterio del nombre
¿Y por qué Barbarians? El origen del nombre está envuelto de misterio, aunque Emile de Lissa, segundo presidente entre 1936 y 1955, cree que fue elegido para desafiar a aquéllos que veían a todos los jugadores de rugby como simplemente eso. También hay quien opina que eligió el nombre de la épica victoria del ‘bárbaro’ Arminius en Alemania sobre la legión romana de Varius hace más de 2.000 años. Sea como sea, su lema es religión: ‘El rugby es un juego para caballeros de toda clase, pero no para un mal deportista de cualquier clase’. La cena de su centenario, en 1990, reunió en Londres a 700 ex jugadores. La tradición de los Barbarians está muy viva.