Tomás Albornoz fue una de las grandes revelaciones de Los Pumas en 2024. El apertura, que no había sido convocado para el Mundial de Francia 2023, pasó de la incertidumbre a convertirse en el conductor del seleccionado argentino, vistiendo la emblemática camiseta número 10.
Recordando el momento en que recibió la noticia de su ausencia en la Copa del Mundo, el back confesó: “Fue uno de los momentos más duros de mi carrera, sin duda. Estaba en el club viendo un partido, pero ya sabía que en ese horario nos iban a llamar con la definición. Aunque miraba el partido, mi cabeza solo pensaba en si me sonaría o no el teléfono”.
“Cuando atendí, lo hice con mucha ilusión, pero me dijeron que no estaba en la lista. Se me vino el mundo abajo. Justo estaba en el club, cerca de mi familia y mis amigos. Me acuerdo de estar llorando cerca de la cancha de hockey, subirme al auto e irme a casa”, reveló en el podcast Mayéutica.
Sin embargo, aquel trago amargo se transformó en combustible para su crecimiento: “Fue durísimo, pero ese golpe terminó empujándome a vivir todo lo que pasé el año pasado y a preparar todo lo que viene. Estos momentos difíciles te fortalecen”.
Por último, Albornoz destacó cómo esa experiencia le sirvió de motivación: “Las ganas y el sueño de jugar ese Mundial eran enormes. Pero creo que necesitaba vivirlo para mantener la ilusión y seguir peleando cada año por un lugar. Todos los años son distintos y hay que estar preparado para vestir la camiseta de Los Pumas”.
Hoy, su presente es completamente diferente. Con su desempeño en 2024, demostró que está listo para liderar a Los Pumas en los desafíos que se avecinan.